|
Comments
I cross the town drunk with haste, dreaming times and defeats,
imitating the cold and the rain: the heat of the rest.
I
imagine the town as a collective. Leisure time eating badly a
supreme of letters with fainá. The olives for the afternoon
- from the bottle and without froth -, when everyone and ties
come out of work.
I
like the town, it is an ex-colony of run-away slaves. I like the
corners which say nothing and those which conceal everything.
Garbage, cries, cats and bad times. And there are some who can't
bear what is different
Everyday
a crossword is erected in this town. A cage of bitterness and
laughter which go towards the same meaning. Traffic lights and
elevators.
Quietly
whistling and thanking the tango, the light of good airs or Buenos
Aires composes its rose garden.
There
is a path for everyone: for the cross-eyed, the short-sighted
and even for the one who does not want to see.
Sometimes
the path branches off for me. It offers me fast zappy postcards
which an accomplice time is in charge of pairing together. Darker
rather than lighter, they are passionate relationships, senseless,
ungrateful couples, a draw with pure claws.
Like
my love for this town, which can even invent a beach for it, and
dance with the fool.
Pablo Garber
|
| |
Comentarios
Atravieso la ciudad borracho de prisa, soñando horarios
y vencimientos, copiando el frío y la lluvia: el calor
de los demás. Imagino la ciudad en un colectivo.
Tiempo
de ocio malcomiendo suprema de letras con fainá. Las aceitunas
van a la tarde - de la botella y sin espuma -, cuando todos y
las corbatas salen de trabajar.
Me
gusta la ciudad, es un quilombo. Me gustan las esquinas que no
dicen nada, y las que todo esconden. Basura, gritos, gatos y malos
ratos. Y hay algunos que no soportan lo distinto...
Cada
día, en la ciudad, se construye un crucigrama. Una grilla
de amarguras y risas que van en el mismo sentido. Semáforos
y ascensores.
Silbando
bajito y agradeciendo el tango, la luz de los buenos aires compone
su rosedal.
Hay
sendero para todos: para el bizco, para el miope, y hasta para
el que no quiere ver.
A
mi, algunas veces, el camino me bifurca.Me ofrece postales en
zapping que un tiempo cómplice se encarga de aparear. Más
oscuras que claras, son relaciones apasionadas, insensatas, parejas
ingratas, empates a pura garra.
Como
mi amor por esta ciudad, que hasta puede inventarle una playa,
y bailar con el adoquín.
Pablo Garber
|