Technique
These images were taken with a Canon F1 using a 50 mm lense
and FugiNeopan Film (400 ASA pushed to 650). The 35 mm negatives
were enlarged using Kodak SO-132 duplicating negatives and printed
with the alternative process: cyanotype. They were then scanned
into an Apple Powerbook, adjusted in Adobe Photoshop 6 and printed
as giclees (ink-jet using archival inks) on canvas in sizes of 36"
x 44". Both the acutal cyanotypes and giclees were exhibited. |
| |
Técnica
Estas imágenes se tomaron con una Canon F1 con un lente de
50 mm y película FugiNeopan (ASA 400 forzada a 650). Los
negativos 35 mm se ampliaron usando un duplicador de negativos Kodak
SO-132 y fueron impresos como cianotipos. Luego se digitalizaron
en una Apple Powerbook, se ajustaron en Adobe Photoshop 6 y se imprimieron
en una impresora de inyección de tinta usando tintas de calidad
de archivo sobre lienzos de 36"x44". Tanto los cianotipos
como estas impresiones fueron exhibidos. |
Comments
When I was growing up in a small Alabama town in the late fifties
and sixties, Halloween was always a very special event for me. Masks
fascinated me. Who the person behind the rubber disguise was or
how make-up had totally changed someone's features. This preoccupation
with distortion has come to be one of the main aspects of my photographic
imagery. It has continued to be a constant in my work regardless
of whether the actual subject matter is cityscape or portraiture.
I envision such alterations and implement them with very simple
processes of layered materials and/or special glass. This particular
series which I call FACELIFTS brings up the question of who a person
really is. What is behind the eyes or the smile. In the aftermath
of September 11th such a question has become very relevant. Is the
face at which one is looking everything it appears to be? Although
these portraits would probably be regarded by most viewers as distorted,
perhaps they reveal a very true side of the individual on the other
side of the camera. |
| |
Comentarios
Cuando yo estaba creciendo a finales de los cincuenta y sesenta
en un pequeño pueblo de Alabama, Halloween siempre fue un
día muy especial. Me fascinaban las máscaras. Me intrigaba
saber quién se escondía detrás del disfraz
de hule o ver cómo el maquillaje había cambiado completamente
los rasgos de una persona. El interés por la distorsión
se ha vuelto uno de los aspectos dominantes de mi fotografía.
Ha continuado a ser una constante en mi trabajo, sin importar que
aborde un paisaje urbano o un retrato. Visualizo las alteraciones
y las implemento usando procedimientos muy sencillos como apilar
materiales y/o usar vidrios especiales. Esta serie, entitulada FACELIFTS,
plantea la pregunta de quién es en realidad una persona.
¿Qué hay detrás de una sonrisa o de una mirada?
Tras el 11 de septiembre, la pregunta se ha vuelto muy relevante.
Las caras que vemos, ¿son realmente lo que aparentan ser?
Aunque probablemente muchos piensen que estos retratos están
distorsionados, quizá logran mostrar un lado auténtico
del individuo que está del otro lado de la cámara. |