2007 © Pedro Meyer
 
 

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Cuando pensaba que la discusión por fin habia terminado...

Realizamos una encuesta que fue contestada por nuestro público en más de 32 países. Queremos agradecerles por sus valiosos comentarios, que nos servirán como una importante guía para avanzar en las cuestiones que esperan y que desean ver realizadas.

La mitad de ustedes sugirió que el tema “de lo análogo a lo digital” se encuentra agotado en su mayor parte, y que ahora ya vivimos totalmente en un ambiente fotográfico digital, y la otra mitad cree que la película y el cuarto oscuro siguen estando bien y estarán dentro del futuro próximo.

Les presento algunas evidencias de lo que he presenciado en los últimos treinta días y que les darán una clara indicación de que las cosas al parecer no lucen tan prometedoras para aquellos que siguen apegados a la tradición análoga. No estoy emitiendo un juicio acerca del mérito de sus preferencias, solo presento hechos, para ser evaluados de acuerdo con sus predilecciones personales.

La primera prueba que, francamente me sorprendió, fue entrar a una tienda, que había reemplazado toda su sección de venta de película con baterías de todo tipo.


2007 © Pedro Meyer

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Lo segundo que me dejó anonadado, fue ver una repisa en una tienda de foto en la que uno de los nombres tradicionales del papel fotográfico ILFORD, había sido reemplazado, no por un nuevo nombre sino por el mismo de la era analógica Ilford Gallerie, en papel de inyección de tinta.
Tengo entendido que Ilford atravesó una dura época en lo financiero durante la transición a la era digital y ahora tienen nuevos dueños y administración. Uno de los resultados de este proceso de renacimiento, es que el papel con base de sales de plata ha sido sustituido por papel que ya no pasa por el cuarto oscuro, sino por la impresora de inyección de tinta en el “cuarto luminoso”
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2007 © Pedro Meyer

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También encontré que las galerías y coleccionistas parecen haberse enamorado de las impresiones con base de plata. Las mismas hojas de papel que en el pasado no eran siquiera consideradas arte, ahora repentinamente tienen gran cantidad de seguidores. Por supuesto me parece irónico que el mundo del arte “no lo entienda”, porque si en verdad se preocuparan por coleccionar imágenes, en lugar de explotar el fetichismo de un objeto escaso, lo que harían sería imprimir las mejores fotos en los papeles más lujosos, cuya diversidad es completamente nueva en el campo de la fotografía, y por cierto dura por muchísimo más tiempo que sus “preciosas” impresiones de plata.

Me permito decirles que cuando comencé a imprimir en formato digital a principios de los noventa, las tintas no eran muy estables y las impresiones se desvanecían en unos pocos años. Los coleccionistas en aquella época no compraban fácilmente estas impresiones por esta razón. Yo defendería precisamente lo contrario, ya que éstas impresiones se convertirían muy pronto en artículos de colección, debido al período en el que fueron hechas, en otras palabras, las impresiones digitales más tempranas pronto aumentarían enormemente su valor. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido, pero la mayoría de los coleccionistas no alcanzan a percibir esto.

Tal vez lo que necesitamos es que tanto coleccionistas como artistas tengan una visión de la dirección que han de tomar las cosas, lo que creo constituye el mayor reto. Los que posean la visión del futuro serán los que podrán cosechar los frutos de sus premoniciones
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Pasando a otro tema, debo decir que necesitamos revisar una cuestión que parece que no termina de irse... los fotógrafos que son despedidos de sus empleos por alterar sus imágenes para sus periódicos o agencias. El último escándalo se relaciona con el fotógrafo Allan Detrich, que trabajó para el “Toledo Blade”. El editor del periódico dijo que Detrich también había entregado algunas otras fotos cuestionables este año.

Si bien no estoy a favor de la alteración de fotos en el contexto de las imágenes de noticias, cuando ésta alteración cambia significativamente el contenido de lo que transmite la imagen, creo que es también muy importante que comencemos a examinar a los inquisidores que se han puesto en contra de los fotógrafos, en algunos casos con argumentos muy cuestionables.

El "establishment” de las noticias descarga su frustración profesional al descubrir por aquí y por allí un buen número de fraudes en la fotografía. Se hace de la fotografía el chivo expiatorio por el lamentable papel que la prensa jugó recientemente al informar las noticias de la guerra en Irak, incurriendo en una grave carencia de responsabilidad profesional, en especial la prensa de los EE.UU.

Un artículo muy importante a este respecto fue publicado recientemente en Salon.com, que creo puntualiza la situación actual con la prensa. Personalmente, creo que un buen número de profesionales de la prensa deberían también de ser cuestionados, y no señalar solamente a los fotógrafos.

Pedro Meyer
Nueva York, Abril, 2007


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