Realizamos una encuesta que fue contestada por nuestro público
en más de 32 países. Queremos agradecerles
por sus valiosos comentarios, que nos servirán como
una importante guía para avanzar en las cuestiones
que esperan y que desean ver realizadas.
La mitad de ustedes sugirió que el tema “de
lo análogo a lo digital” se encuentra agotado
en su mayor parte, y que ahora ya vivimos totalmente en
un ambiente fotográfico digital, y la otra mitad
cree que la película y el cuarto oscuro siguen estando
bien y estarán dentro del futuro próximo.
Les presento algunas evidencias de lo que he presenciado
en los últimos treinta días y que les darán
una clara indicación de que las cosas al parecer
no lucen tan prometedoras para aquellos que siguen apegados
a la tradición análoga. No estoy emitiendo
un juicio acerca del mérito de sus preferencias, solo
presento hechos, para ser evaluados de acuerdo con sus predilecciones
personales.
La primera prueba que, francamente me sorprendió,
fue entrar a una tienda, que había reemplazado toda
su sección de venta de película con baterías
de todo tipo.
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Lo
segundo que me dejó anonadado, fue ver una repisa en
una tienda de foto en la que uno de los nombres tradicionales
del papel fotográfico ILFORD, había sido reemplazado,
no por un nuevo nombre sino por el mismo de la era analógica
Ilford Gallerie, en papel de inyección de tinta.
Tengo entendido que Ilford atravesó una dura época
en lo financiero durante la transición a la era digital
y ahora tienen nuevos dueños y administración.
Uno de los resultados de este proceso de renacimiento, es
que el papel con base de sales de plata ha sido sustituido
por papel que ya no pasa por el cuarto oscuro, sino por la
impresora de inyección de tinta en el “cuarto
luminoso”.
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También
encontré que las galerías y coleccionistas parecen
haberse enamorado de las impresiones con base de plata. Las
mismas hojas de papel que en el pasado no eran siquiera consideradas
arte, ahora repentinamente tienen gran cantidad de seguidores.
Por supuesto me parece irónico que el mundo del arte
“no lo entienda”, porque si en verdad se preocuparan
por coleccionar imágenes, en lugar de explotar el fetichismo
de un objeto escaso, lo que harían sería imprimir
las mejores fotos en los papeles más lujosos, cuya
diversidad es completamente nueva en el campo de la fotografía,
y por cierto dura por muchísimo más tiempo que
sus “preciosas” impresiones de plata.
Me permito decirles que cuando comencé a imprimir en
formato digital a principios de los noventa, las tintas no
eran muy estables y las impresiones se desvanecían
en unos pocos años. Los coleccionistas en aquella época
no compraban fácilmente estas impresiones por esta
razón. Yo defendería precisamente lo contrario,
ya que éstas impresiones se convertirían muy pronto
en artículos de colección, debido al período
en el que fueron hechas, en otras palabras, las impresiones
digitales más tempranas pronto aumentarían enormemente
su valor. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido, pero la
mayoría de los coleccionistas no alcanzan a percibir
esto.
Tal vez lo que necesitamos es que tanto coleccionistas como
artistas tengan una visión de la dirección que
han de tomar las cosas, lo que creo constituye el mayor reto.
Los que posean la visión del futuro serán los
que podrán cosechar los frutos de sus premoniciones.
Pasando a otro tema, debo decir que necesitamos revisar una
cuestión que parece que no termina de irse... los fotógrafos
que son despedidos de sus empleos por alterar sus imágenes
para sus periódicos o agencias. El último escándalo
se relaciona con el fotógrafo Allan Detrich, que trabajó
para el “Toledo
Blade”. El editor del periódico dijo que
Detrich también había entregado algunas otras
fotos cuestionables este año.
Si bien no estoy a favor de la alteración de fotos
en el contexto de las imágenes de noticias, cuando
ésta alteración cambia significativamente el
contenido de lo que transmite la imagen, creo que es también
muy importante que comencemos a examinar a los inquisidores
que se han puesto en contra de los fotógrafos, en algunos
casos con argumentos muy cuestionables.
El "establishment” de las noticias descarga su
frustración profesional al descubrir por aquí
y por allí un buen número de fraudes en la fotografía.
Se hace de la fotografía el chivo expiatorio por el
lamentable papel que la prensa jugó recientemente al
informar las noticias de la guerra en Irak, incurriendo en
una grave carencia de responsabilidad profesional, en especial
la prensa de los EE.UU.
Un artículo muy importante a este respecto fue publicado
recientemente en Salon.com,
que creo puntualiza la situación actual con la prensa.
Personalmente, creo que un buen número de profesionales
de la prensa deberían también de ser cuestionados,
y no señalar solamente a los fotógrafos.
Pedro
Meyer
Nueva York, Abril, 2007
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