La
pintura que observamos arriba, fue presentada en la Bienal
de Arte de Shangai en el 2006. Esta pintura se basa en las percepciones
asociadas a la fotografía, a tal grado que los hombres
mostrados en ella, tienen una pose normalmente asociada
al retrato fotográfico, y si quedara alguna duda sobre
esto, detrás de estos tres chinos podemos ver
otra pintura mostrando a otro hombre en el proceso de tomar una
foto de esos mismos tres hombres retratados en la pintura. Ustedes
de hecho están viendo todo esto en una fotografía
en la que se ve la pintura completa. Tenemos los rebotes de los
ecos entre la fotografía y la pintura que son el tema de
esta editorial.
Mucho
del arte moderno se basa en el uso de la fotografía como
referencia, como dice Francis Bacon: “Algo que nunca
se ha examinado realmente es cómo la fotografía
ha alterado por completo a la pintura figurativa”.
Fotografía de George Dyer, del Soho,
por John Deakin, 1964
Estudio de la cabeza de George Dyer,
por Francis Bacon, 1967
Lo que sí ha quedado claro, desde hace tiempo, es cómo la fotografía ha influido a la pintura. Pero lo que no es tan claro es cómo la pintura ha influido a la fotografía. No obstante, esto ha empezado a cambiar con la aparición de todas las herramientas digitales que permiten a los fotógrafos la misma libertad creativa que tanto ha prevalecido en la pintura.
A
continuación tenemos una foto tomada en la India
y que después transformé para que quedara como una
pintura con el programa “Painter” de Corel. La pregunta
que muchos me hacen es por qué manipulo la imagen para que no
sea una fotografía simple, pero tampoco sea realmente una
pintura, en el sentido de cómo se utilizan los materiales.
Estamos ante algo que es realmente diferente y nuevo, y que todavía
debe ser entendido por completo como implicaciones
técnicas y artísticas. Ya he discutido sobre algunas
de estas ideas en nuestra Editorial
No. 68 de noviembre del 2006, la cual les invito a leer nuevamente.
Creo
que hemos entrado a una nueva era en la cual los alguna vez definidos
límites entre fotografía y pintura, y sus respectivos campos
de actividad, ya no tienen fronteras significativas.
Nos
hemos percatado de que la alguna vez sacrosanta noción
de que una fotografía era una muy fiel representación
de la realidad nunca fue verdadera, y una nueva variable ha entrado
en juego, y ésta consiste en que la representación subjetiva
de cualquier tema es también una manera muy significativa
de tratar serias preocupaciones humanas que a su vez nos hacen
reflexionar sobre el mundo a nuestro alrededor.
En
este contexto me gustaría presentarles a los gemelos Pingyao.
Encontré esta vieja foto en mi reciente viaje
a China, y tuve la oportunidad de conocerlos, lo que me llevó
a entender que la foto no era tan vieja, sino que estaba muy descuidada.
Estos hermanos seguían usando la misma vestimenta utilizada
en el tiempo del dirigente Mao, en el cual más de
75 millones de personas perdieron la vida.
El
nacer gemelos fue la manera en que sus padres dieron la
vuelta a la prohibición oficial de tener más de
un hijo, sin embargo debido a esa ley, perdían el
subsidio gubernamental. Sus padres se sintieron bendecidos por el nacimiento
de dos varones. Tener un varón es algo que la mayoría
de las familias deseaban, las niñas eran toleradas pero
no eran realmente bienvenidas a este mundo, por lo menos no tanto
como los niños. La presencia de un varón era la
manera de asegurar la manutención de los padres en la vejez,
una especie de seguro de retiro. Así que podrán
imaginarse la satisfacción que el nacimiento de esos niños
provocó en ese hogar.
El
que se vistieran de manera igual no era inusual, de hecho casi
todos los chinos usaban el mismo tipo de ropa. Sólo en tiempos
más recientes, cuando China se convierte en la fábrica del mundo,
y la mayoría de la ropa tiene la etiqueta “Hecho
en China”, es que los chinos han adoptado la moda occidental.
Por eso no es tan raro ver que los hombres mayores usen la ropa
de la era anterior, algo así como la barba que era asociada
con la era anterior a la época moderna en China.
El
hombre de la izquierda es el Sr. Ping y el de la derecha es el
Sr. Yao; lo cual es sorprendente, ya que el nombre de la ciudad
es Pingyao, pero al parecer era un honor para ellos llevar
el nombre de su ciudad de esta manera. Pingyao fue alguna vez el
Wall Street de China, localizado entre las rutas comerciales entre
Beijing y X'ian. Pingyao se convirtió en un centro mercantil
en donde los empresarios locales fundaron los primeros bancos.
Estas fueron las primeras instituciones en China en usar
cheques y los negocios alcanzaron su cima en el siglo XIX, cuando
la ciudad era sin duda el centro financiero del gobierno
Quing.
La mayoría de la gente de Pingyao viene de familias de negociantes, y los gemelos no son la excepción. Venían de una familia adinerada, claro que la revolución les quitó todo, y hoy en día son unos modestos tenderos.
Lo
que debemos considerar ahora es lo que esta dañada fotografía
representa para ellos en términos de imagen documental
y cómo se relaciona con el arte. Se nos dice que si una
foto es vieja, se convierte por su propia naturaleza en documento
de una época pasada, y por lo tanto, la pátina de
la vejez, es una manera de garantizar su naturaleza documental.
El término “artístico” también
se asocia con una imagen que muestra las huellas del tiempo, aunque
no sea más que por una supuesta escasez. Algo que es muy
apreciado en el mundo del arte.
Pero que pensarían si les dijera que esta imagen no tiene nada que ver con lo que les acabo de contar y que la he creado con mis herramientas digitales.
La verdad detrás de la imagen es que al estar paseando por Pingyao (cuya historia sí es como la he contado) en una carroza impulsada por una bicicleta, iba tomando fotos por el camino. Con la ayuda de una cámara rápida que me permitía tomar fotos velozmente (por supuesto digitalmente), pude obtener dos imágenes consecutivas del mismo hombre. Después recorté una de las imágenes y la sobrepuse en la segunda imagen, creando el efecto de los gemelos.
Desde luego que el recorte tuvo que ser hecho con muchísimo
cuidado para no perder el cabello y la transparencia de los anteojos
respecto al fondo. Después añadí el marco
de película, también digitalmente y utilicé
un archivo que tomé de mi base de datos de alteraciones
de película para agregarle la pátina. (ver
aquí los archivos originales).
Así que ahora deben preguntarse sobre lo que tienen frente a sus ojos. ¿Cuál es la diferencia entre una pintura que toma una foto como su fuente de origen una foto que es la fuente de origen, pero parece una pintura, o una foto que parece ser artística sólo por la pátina del tiempo y una historia creíble pero que en realidad es ficticia, aunque tenga información esencialmente verdadera? Lo único no basado en los hechos es que los gemelos nunca existieron y que la fotografía no es antigua.
En
la reciente película BORAT, el cruce entre realidad y ficción
y la constante duda respecto a la veracidad de lo que parecemos
haber presenciado, es parte de su encanto. A pesar de estas dudas,
la película lleva a la mesa innumerables temas que es importante
discutir respecto de cómo el público norteamericano
se ve a sí mismo y al resto del mundo.
Espero hayamos llegado a una etapa en la que podamos realmente liberar a la fotografía y desatar todo su potencial creativo para poder hacer grandes ficciones documentales que nos hagan ver al mundo de nuevas maneras.
Pedro Meyer
Enero 2007
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