Hace 4 años, en este mismo mes, escribí acerca de la "fotografía de la calle". En ese entonces estaba desalentado por los problemas para tomar imágenes en la calle, ya fuera por cuestiones sobre la seguridad del fotógrafo y su equipo, o por la rotunda negativa de tantas personas a ser fotografiadas. Muchos de ustedes respondieron y compartieron sus puntos de vista sobre el tema, algunos coincidían otros no, pero la mayoría había tenido experiencias similares.

También recibimos un número considerable de comentarios sobre la falta de interés de publicaciones y galerías, por este género fotográfico.

A juzgar por las imágenes recibidas en nuestra sección Portfolios, parece que también ha ido disminuyendo el número de ustedes que toman fotos en la calle, en contraste a la tradición que se tenía de tomar "fotografías de la calle" en el pasado.

De 480 portafolios sólo 49 pueden ser considerados como "fotografía de la calle". Es por ello que decidimos hacer algo al respecto y hemos creado una categoría completamente nueva en la sección Portafolios de ZoneZero. Cosa que, pensándolo bien, debimos haber hecho hace cuatro años.

Me complace informar que no todo está tan perdido como algunos creíamos. Acabo de estar en Madrid, en España, y mis experiencias fotografiando en la calle contradicen por completo a mis propias declaraciones de 1999 y lo que muchos de ustedes también creían. No sólo me sentí seguro fotografiando en esas calles - obviamente, tomando las precauciones necesarias en una gran ciudad del mundo contemporáneo-, sino que la gente era por demás amable, se sentían a sus anchas ante el lente de la cámara.

Los avances tecnológicos ocurridos desde 1999 han introducido algunas variables bastante interesantes. Por ejemplo, las cámaras digitales más recientes tienen la capacidad de expandir su ASA o índices lumínicos, mucho más que antes, y nos dan un muy buen grado de sensibilidad para un bajo nivel de luz, teniendo al mismo tiempo relativamente poco ruido de imagen. Pero además, ahora inclusive ya hay filtros para reducir ese ruido, que contribuyen sustancialmente a hacer de la fotografía con bajo nivel de luz, una opción muy razonable.

La calidad de la imagen ha sido considerablemente aumentada. La velocidad de reacción de las cámaras digitales también han sido enormemente mejorada, siendo ello esencial para la fotografía de la calle. Difícilmente puede capturarse el proverbial "momento decisivo", tan ligado estilísticamente la la fotografía de la calle, si la cámara no está lista para cuando se le necesita.

En la actualidad, la mayor sensibilidad lumínica, la mejor resolución de las imagen y la mayor velocidad de manejo de la cámara, nos preparan para presenciar un crecimiento sustancial de este tan abandonado renglón de la fotografía.

Pero las buenas noticias no terminan aquí. Hemos encontrado una plétora de potentes cámaras digitales nuevas que son muy pequeñas y cómodas, conservando algunas de las características de las cámaras más grandes, haciendo posible que tomar fotos en la calle sea algo menos riesgoso puesto que uno las puede guardar en el bolsillo y sacarlas solamente cuando sea requerido y bajo condiciones que no inviten tan fácilmente al asalto.

En lo que se refiere a la publicación de imágenes de la fotografía de la calle, algunos se han quejado de que no hay un mercado para ellas, de que las galerías no están interesadas en exponerlas. Esto no es enteramente cierto. Yo he recibido cuantiosas notas de prensa anunciando exposiciones precisamente relacionadas con este género de fotografía de la calle. (la galería Paul Kopekin en Los Angeles, por mera casualidad ha sido la más reciente: www.paulkopeikingallery.com)

La posibilidad de imprimir estas fotos en formatos grandes es algo que también rebasaba a los que trabajábamos en el cuarto oscuro de antaño. Ahora, con las imágenes ya digitales, también podemos imprimir en formatos mas grandes, algo que es bien recibido en los circuitos de galerías.

Además de la posibilidad de mostrar el trabajo en el circuito de galerías, sitios como ZoneZero llevan la obra de los fotógrafos de la calle a públicos en todo el mundo, en cantidades que antes solo podían soñarse. Ninguna galería tradicional tiene la posibilidad de ofrecer la cantidad de visitantes que los sitios tienen a través de Internet.

Estamos ante el umbral de un cambio en los paradigmas de la fotografía, y, como todo lo demás en este mundo, el término "adaptación" parece dominar el panorama. La fotografía de la calle ha sufrido un período de oscurantismo por algunos años y creo que entraremos en una nueva época con cambios sustanciales en esa dirección.

No obstante, hay un tema pendiente y es el concepto del "momento decisivo", mientras más me enfrento a él, estoy más convencido que debemos cambiar y entender que todos los atributos que se le han dado al llamado "momento decisivo" no son sino nociones románticas pertenecientes, más que nada, a la era del nacimiento de la cámara de 35mm. El supuesto de que simultáneamente podemos ver todos los elementos dentro del cuadro del llamado "momento decisivo" es un sinsentido. No es apropiado inculcar aspiraciones tan ficticias a los fotógrafos que se inician.

Aunque soy su autor, la imagen que he mostrado aquí jamás me llevaría a sugerir que pude haber visto todas las cosas maravillosas que se conjugan en dicha imagen al momento de oprimir el obturador. Darme crédito por eso simplemente sería incorrecto, no hay manera de que hubiera podido captar las realidades simultáneas de todos esos planos visuales operando en paralelo. Desde luego uno puede sugerir la idea Zen sobre la percepción diciendo que uno puede ver todo sin verlo todo; que todo fué visto por mi tercer ojo; que lo ví con mi intuición, etcétera. Pues bien, supongamos que todo esto fuera cierto, pero entonces, ¿Por qué no sucede esto siempre que voy a tomar una fotografía? Después de todo, mis intenciones no varían de un día a otro. Si he desarrollado las habilidades que me sirvieron tan bien un día determinado, ¿Por que se me escapan los días subsiguientes?

Yo diría que es, ante todo, una cuestión de suerte. Sí, también hay que tener suerte para encontrar y hacer buenas imágenes. ¿Pero cómo se enseña a los alumnos a tener suerte? ¿Ven a lo que me refiero?. Si el desempeño artístico va a ser medido en gran parte por la contribución del azar, pienso que se nos escapa algo fundamental, el "momento decisivo" es un concepto muy defectuoso sobre la producción de imágenes, que ha hecho mucho daño a muchos fotógrafos, que han visto sus esfuerzos desvanecerse, al casi nunca poder encontrar las imágenes que cumplieran con la tan irreal expectativa. El poder ver todas las partes de la imagen en una fracción de segundo para poder hacerlas coincidir al momento de oprimir el obturador, es algo que sencillamente no pasan así.

Esta noción de "momento decisivo" también ha sido una de las cargas que la fotografía de la calle ha tenido que soportar, esperemos que también comencemos a reconsiderar estos conceptos ahora replanteados por la fotografía digital, en la creación de imágenes que de otro modo nos hubieran eludido. Algunos han descrito ese encuentro con lo no visto, como un momento "mágico" en el que todas las partes de la imagen se conjuntan sin ser vistas. Muy bien, pues claramente estamos antes algo que es una preferencia personal, yo prefiero un poco menos de "magia" y el poder confiar un poco más en mi propia capacidad para utilizar las herramientas conforme las necesito, mas que esperar que estas funcionen por sí mismas de manera "mágica". Tal vez lo positivo de todo esto, es que ahora contamos con las opciones para hacerlo de las dos formas.

Pedro Meyer
Coyoacan, Julio 2003

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