Los meses van y vienen. Ya hace tiempo que debí haber escrito
mi editorial. La única razón por la cual no he sido
despedido de mi trabajo es por que mis colegas me tratan con mucha
amabilidad y comprensión.
Han
conspirado los viajes, el mundial de fútbol y el bloqueo
del escritor para impedir que la editorial salga a tiempo. Estas
razones, o mejor dicho pretextos sumados a una sobrecargada agenda
social, me son suficientes para ser complaciente con mis sentimientos
de culpa por no haber escrito la editorial a tiempo. No obstante,
siempre les tuve en mente y estuve preparando algunas ideas para
compartir con ustedes.
Mientras viajaba por el mundo, nuestros compañeros aquí
en ZoneZero han seguido produciendo maravillosas exposiciones
nuevas. Les tenemos preparado excelente material que les iremos
mostrando conforme avance el año. En otras palabras, aquí
yo he sido el único que se ha quedado algo rezagado.
Deben saber que cuando viajo, el tomar fotos de todo lo que me
sucede es parte de la diversión de estar en algún
lugar. Entre las categorías en las que se pueden colocar
las fotos que conservo de mi viaje se encuentran: retratos formales,
fotos de amigos, paisajes, contenido social, fotografía
de la calle, autobiográficas, imágenes de viaje,
etcétera.
No sería exacto pensar que solo se tiene un estilo de fotografía
al viajar. Yo por ejemplo, llevo mi cámara o cámaras
a todas partes, y tomo fotografías de todo lo que me encuentro.
De ese modo obtengo una gran variedad de imágenes como
las que acabo de mencionar.
Uno de los asuntos más importantes de este método
de trabajo es el escoger la cámara que voy a llevar. Probablemente
les sorprenderá leer que el peso de la cámara que
llevo conmigo, es un factor decisivo para mí.
Supongo que casi todos los fotógrafos son miembros del
"Club del lumbago", me parece que cargar con mucho peso
con el cuello o en un hombro no es parte del diseño impuesto
por la evolución de nuestra especie. Por ello sufrimos
de esos tremendos dolores en la espalda. Así que el tamaño,
en relación al peso, sí importa.
Sin embargo, los avances tecnológicos acuden en nuestro
auxilio en lo que respecta al peso de las cámaras. Las
cámaras son más pequeñas y poderosas que
nunca y se pueden permitir competir con las mejores. Pensemos
en el más reciente modelo de Casio (¿recuerdan las
calculadores y relojes Casio?, ellos saben hacer cosas pequeñas),
la cámara EX-Z1000 de 10.1 megapíxeles, y que es
increíblemente rápida.
Esta cámara es ideal para imágenes casuales. No
debemos entender esto de modo peyorativo debido a la inofensiva
apariencia de la cámara, ya que se pueden obtener archivos
de extraordinaria calidad que pueden ampliarse considerablemente.
Se puede llevar esta cámara en el bolsillo todo el tiempo,
el otro día retraté a un amigo mío, un editor
de libros, y él comparó la calidad de este retrato
con los que él había tomado con su Hasselblad.
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©
Pedro Meyer, 2006
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Por supuesto que no recomiendo tener esta cámara para toda
ocasión, ya que tener una cámara reflex con varios
lentes es importante para trabajos específicos, sin importar
el lumbago, ya sea que se necesiten lentes más luminosos
o se requieran tomas más amplias o profundas, pero sí
es importante tener en cuenta el peso del equipo si es que se
va a caminar mucho.
Un efecto secundario de llevar esta pequeña cámara
Casio es que casi nadie parece tomarlo a uno en serio. Esto tiene
tanto su lado bueno como su lado malo. Si eres de las personas
que requiere reconocimiento como un fotógrafo serio, olvídalo,
ésta no es la cámara que necesitas. Por otra parte,
si te sientes seguro de ti mismo sin tener que llevar una cámara
muy cara, te sorprenderá la cantidad de lugares a los que
puedes tener acceso y a los cuales no se permite la entrada con
una de esas grandes cámaras profesionales.
Tengo una serie de recomendaciones que me llevaron mucho tiempo
y muchos errores aprender. Hay que respaldar todos los archivos
en DVD's, de manera disciplinada y todos los días. Afortunadamente
se puede adquirir un DVD para grabar en casi todo el mundo. Haz
DOS copias y ponlas en maletas separadas, ya que nunca se sabe
que le puede ocurrir al equipaje, ya que puede ser extraviado,
robado o destrozado en algún aeropuerto por alguna banda
de transporte enloquecida.
También hay que tener cuidado al reducir una imagen para
enviarla por correo electrónico y por error también
reducir la calidad del archivo original, si esto se hace la calidad
original se pierde para siempre. Nunca hay que confiarse ya que
al viajar se pueden cometer muchos errores. Lo peor que puede
suceder es que esto le ocurre precisamente a los archivos que
más te gustan y que son los que más deseabas compartir.
Algunas de las mejores tarjetas de memoria pueden perder las imágenes
si se desconectan de la computadora de manera incorrecta. En realidad
lo que se pierde no son los archivos, sino el directorio que da
el acceso a las imágenes. Esas imágenes pueden recuperarse
si uno tiene el cuidado de no guardar más información
en la tarjeta de memoria. Existen aplicaciones tales como Image
Rescue de Lexar, que vienen junto con la tarjeta de memoria.
Ya lo he utilizado en un par de ocasiones en que cometí
inoportunos errores, como usar una cámara con batería
insuficiente para terminar de descargar todos los archivos en
la computadora.
La imagen de la portada proviene de dos imágenes tomadas
durante mis viajes. La niñita es de Bangla Desh y podríamos
considerarla como fotografía de la calle. El fondo es del
Museo del Prado y es una pintura de Peter Paul Rubens de Saturno
devorando a sus hijos. La tomé como el registro de algo
que ví y que me impresionó enormemente.
Al momento de capturar estas imágenes no estaba pensando
en combinarlas. Esta idea surgió al revisarlas en mi computadora.
Sin embargo el unirlas fue algo que tal vez ocurrió inconscientemente
al existir en mi mente una conexión entre ambas. Desde
luego, podría elaborar un ensayo sobre estas asociaciones,
pero estas serían a posteriori e intelectualmente sospechosas.
Creo que hay que dejar a las decisiones inconcientes como lo que
son, sin tratar de justificarlas.
La maravillosa experiencia de poder hoy en día realizar
tales fotografías, a través de la tecnología
digital, ha abierto una enorme gama de nuevas posibilidades para
la creación de imágenes. Lo que solía ser
visto como simples “fotos de viaje”, ha adquirido
una nueva dimensión. Disfruten este verano.
Pedro
Meyer
Coyoacán, México D.F.
Julio
2006