EL DÍA QUE LOS CERDOS VOLARON
por Pedro Meyer
La
ciudad de México es un lugar muy tranquilo estos
días. Todos los restaurantes, bares, discos, centros
nocturnos, boliches y billares están cerrados. No
hay cines, galerías, museos ni actividades culturales.
Tampoco hay encuentros deportivos ni actividades religiosas,
como misas, por ejemplo. Todas las escuelas, desde preescolar
hasta universidad también están cerradas.
Se puede visitar a los amigos, desde luego, sin embargo,
la mayoría prefiere quedarse en casa, conectada
a la televisión, al teléfono, al celular
o a la computadora. Mañana tampoco habrá negocios
abiertos. Es una clausura de todo el sistema. La razón
para hacer esto es para intentar mantenernos apartados
unos de otros y evitar que la fiebre porcina se propague.
Como
si este ominoso panorama no fuera suficiente, además
tuvimos un temblor de 5.8 grados en la escala de Richter;
por supuesto, éste fue seguido por unos vientos
muy fuertes, y aún ahora no sé porqué escribo "por
supuesto", pero me da la impresión que con
el calor y lo que está pasando, con todo y la sacudida
de tierra, como que los fuertes vientos fueran lo más
natural que ocurriera. En fin, como resultado de tal ventisca
en el área donde vivimos, la red eléctrica
se cimbró y hubo todo tipo de cortocircuitos que
originaron seis apagones durante el día. Cuando
se va la energía eléctrica, se va el agua.
Las bombas dejan de funcionar. Y todo esto en medio del
temor de resultar contagiado, sin tener la certeza de cómo,
ya que todo lo que sabemos se basa en meras especulaciones.
Tal
parece que a la ciudad le hubieran pasado la aspiradora
y se hubiera llevado a más de la mitad de la población,
cosa que es buena, dado que la influenza porcina se transmite
de humano a humano. Los resultados están por verse.
Esperemos que por el bien de todos funcione la medida.
El
aislamiento se ha vuelto peor debido a que muchas líneas
aéreas de diferentes partes del mundo han cancelado
sus servicios hacia México. La conciencia de esta
cancelación es tan importante como la necesidad
de saber que se puede viajar.
Una
amiga, después de aterrizar en Shanghái,
me reportó que trás platicar con el taxista
y mencionarle como parte de la conversación que
venía de México, éste detuvo el coche
y le pidió que se bajara. O el caso de mi ex esposa,
que fue a Nueva York a una junta de producción sobre
la película en la que está trabajando, y
la gente con la que se iba a reunir le pidió que
se vieran en un parque, en lugar de sus oficinas. Dicha
junta fue cancelada más tarde debido a que la gente
que iba a asistir ni siquiera consideró un parque
como un lugar seguro.
Me
da la impresión de estar viviendo escenas sacadas
del hundimiento del Titanic, con gente tratando de treparse
a los botes salvavidas empujando a los demás y pensando
sólo en sobrevivir a cualquier costo. Recuerdo la
imagen de un hombre que intentaba subirse a un bote destinado
para mujeres y niños, disfrazado de mujer. Lentamente
la situación se ha vuelto peor cuando se le echa
un vistazo al escenario internacional y al comportamiento
de la gente en otros países.
La
gente que se apresura para conseguir comida y llena el
carrito hasta el tope aun cuando no le urge. Una mujer
se llevó todas las latas de atún que había
en el anaquel del súper... tendrá atún
para el resto de sus días, pero ojo: ni siquiera
hay escasez de alimentos en los mercados. A pesar de estos
casos aislados, que seguramente podrían suceder
donde quiera que la gente se ponga muy nerviosa, aquí en
la ciudad de México, la población se ha comportado
admirablemente bien, y un sentimiento de "estamos
juntos en esto" ha aflorado en este momento de crisis
(mientras no estornudes).
Del
escenario internacional, el sentimiento que uno obtiene
de las noticias es que estos son tiempos apocalípticos.
Los mensajes de solidaridad del extranjero han sido escasos.
En los Estados Unidos, en estos momentos los sentimientos
antimexicanos no difieren demasiado con los que se oponen
con mayor pasión a la inmigración mexicana
y los que son un poco menos burdos.
Hasta
ahora no ha habido evidencia de que el virus se transmita
por comer puerco o por tocarlo. No obstante, con oportunismo
político, Egipto ha ordenado el
sacrificio de todo el ganado porcino de su país
y ni siquiera tienen un caso de influenza porcina. ¿Qué tal
esta previsión? Al mismo tiempo, en una conferencia
de prensa en China, un alto mando declaró que cualquier
sugerencia de que la influenza porcina se había
originado en ese país, era totalmente injusta para
sus cerdos. En un lugar matan a todos los cerdos, en el
otro les rinden honores. De cualquier manera, en China
hoy por hoy tratan a sus visitantes Mexicanos con total
desdén y falta de respeto, que resulta de una marcada
diferencia con la que tienen hacia sus propios cerdos.
Pero
aun con todo lo que está pasando a nuestro
alrededor, queremos que sepan que ZoneZero se está produciendo
en el corazón mismo de lo que ha sido llamada la
cuna de la casi pandemia (la OMS declaró el nivel
5 de 6 posibles). Estamos trabajando desde nuestras diversas
casas y haciendo que siga todo adelante, como siempre lo
hemos hecho. Quiero asegurarles que nuestros mensajes les
llegarán sin virus alguno, así que no hay
de qué preocuparse.
"Cuando los cerdos vuelen" es una forma de decir
que algo no sucederá jamás. Como lo explica
la definición de la Wikipedia: "Los cerdos
son animales pesados, sin alas y es imposible que vuelen”.
Así que ‘cuando los cerdos vuelen’ es
un tiempo que nunca llegará. La frase se usa con
sentido humorístico para hacer mofa de alguien por
intentar conseguir algo que está fuera de sus posibilidades." Pues
bien, tal parece que ese tiempo ha llegado, que los cerdos
están volando en efecto, con esta influenza porcina
que se encuentra en el centro de la atención mundial.
Como
quiera que estos eventos de salud se desarrollen finalmente,
me complazco en compartir con ustedes que al parecer,
los cerdos están también volando,
el en el frente digital de la fotografía.
Esquire
fotografió a Megan Fox para su portada
de junio en video - supuestamente la primera vez que esto
ocurre en el mundo de las revistas en donde una foto fija,
es creada por medio de una cámara de imagen en movimiento.
www.gizmodo.com/5229743/megan-fox-esquire-cover-shot-in-video-not-stills
Hemos
escrito sobre esto en varios de nuestros editoriales
anteriores, pero hasta ahora se ha vuelto una realidad.
Y sólo estamos viendo el comienzo.
Por
otra parte, abrimos una convocatoria en donde los invitamos
cordialmente a compartir con nosotros sus fotografías
(realizadas de la manera que lo deseen) de lo que está sucediendo
en su mundo con esta epidemia de influenza porcina.
Con
mis saludos desde la ciudad de México
Pedro Meyer
Ciudad de México, Coyoacán
Mayo 1 de 2009.