La 
                    semana pasada la Asociación de Fotógrafos de 
                    Carolina del Norte en los Estados Unidos, retiró los 
                    tres premios por “Fotografía del Año” 
                    que había otorgado al fotógrafo Patrick Schneider 
                    del periódico The Charlotte Observer. Me parece 
                    que muchos fotoreporteros -cuyos nombres se mencionan abajo- 
                    y muchos editores de fotografía en sus respectivos 
                    periódicos -afines a este punto de vista-, han juzgado 
                    duramente al Sr. Schneider y han mostrado un comportamiento 
                    que ha llegado a un punto increíblemente bajo en el 
                    debate actual acerca de la veracidad del la imagen en el foto-reportaje. 
                    Quizá hayamos llegado a una nueva era oscurantista, 
                    pero a eso pasaremos después.
                   
                    El consejo de la AFCN votó 4-0 con una abstención, 
                    a favor del retiro de los premios dados a Schneider al determinar 
                    que había removido algo de la información del 
                    fondo de una de sus imágenes abusando de los ajustes 
                    hechos en Photoshop. Los miembros del consejo incluyen al 
                    presidente de la AFCN Chuck Liddy, fotógrafo de los 
                    periódicos News y Observer (de Raleigh, 
                    Carolina del Norte), a Ted Richardson y Jennifer Rotenizer 
                    del Winston-Salem Journal, a Chris English fotógrafo 
                    de la Universidad de Carolina del Norte en Greensborough. 
                    La abstención fue emitida por David Foster, fotógrafo 
                    del Observer.
                   
                    Liddy dijo al Observer que Schneider había violado 
                    el Código de Etica del la Asociación Nacional 
                    de Fotógrafos de Prensa (ANFP) que prescribe que “Es 
                    incorrecta cualquier alteración (ya sea por medios 
                    electrónicos o hecha en el cuarto oscuro) de una fotografía 
                    periodística que engañe al público”. 
                    Las preguntas acerca del trabajo de Schneider surgieron primeramente 
                    de las quejas de dos fotógrafos, a quienes Liddy se 
                    rehúsa a nombrar, y que amenazaron con acudir ante 
                    la ANFP si no se tomaban acciones a nivel estatal.
                   
                    En lugar de tomar al toro por los cuernos, y dar a conocer 
                    los nombres de quienes perpetraron tales acusaciones –que 
                    sólo consiguen remitir a la fotografía varias 
                    décadas al pasado-, el Sr Liddy decidió aliarse 
                    con estas estrechas mentalidades, dando un traspié 
                    junto con toda la AFCN. Más adelante nos ocuparemos 
                    del por qué pienso que sus juicios estan tan completamente 
                    equivocados. La AFCN llevó entonces sus preocupaciones 
                    al Observer, y se llevó a cabo una auditoría 
                    del trabajo del fotógrafo. Después de revisar 
                    miles de fotografías, los editores del Observer dicen 
                    haber encontrado sólo un puñado de fotografías 
                    inaceptables.
                   
                    La editora Jenie Buckner concluyó que Schneider no 
                    buscaba engañar al público o a los jueces pero 
                    que “había rebasado un límite al utilizar 
                    técnicas para eliminar el fondo de las fotos.” 
                    Después de un mes de negociaciones, el Observer 
                    presentó los archivos de Schneider sin manipular a 
                    Liddy y la AFCN. Schneider, quien ha ganado varios premios 
                    de la AFCN en los últimos años declinó 
                    el hacer comentarios acerca de imágenes específicas, 
                    pero Liddy dijo que detalles en el fondo de las imágenes 
                    tales como estacionamientos, cercas y personas, fueron desaparecidos 
                    utilizando el equivalente digital de una “mano Divina”. 
                    Refiriéndose a una foto específica (aquí 
                    mostrada), Liddy considera además que el mejoramiento 
                    de color hecho por Schneider tuvo como resultado “básicamente 
                    una fotografía inventada”.
                   
                    Permítanos revisar algunas de las acusaciones dirigidas 
                    contra la integridad de las imágenes del Sr. Schneider 
                    y que se encuentran en el mismo contexto del caso del fotógrafo 
                    del Los Angeles Times, Brian Walski, quien fue cesado por 
                    hacer una composición de dos imágenes en Irak 
                    (ver el debate en 
                    los foros de ZoneZero, en torno a este asunto).
                   
                    Primeramente, debemos ver todo esto desde un panorama más 
                    amplio, ya que de otra manera solamente veríamos la 
                    herramienta de “sobreexposición” de Photoshop, 
                    como si con ello se pudiera alcanzar el fondo del asunto. 
                    Si vamos a profundizar en el tema de la integridad, estoy 
                    seguro de que todos esos periódicos que se oponen tan 
                    decididamente al uso de estas herramientas por parte de sus 
                    fotógrafos, tienen mucho que responder acerca de muchos 
                    otros temas que ahora pondremos sobre la mesa para poder tener 
                    un mejor panorama de lo que aquí sucede.
                  FOTOPERIODISTA 
                    INCRUSTADO
                   
                    Tenemos por ejemplo, lo que sucedió con la industria 
                    de la comunicación masiva y su arreglo con los militares 
                    estadounidenses y sus “fotoreporteros incrustados” 
                    en la reciente guerra en Irak, ¿Qué nos dicen 
                    de la resultante distorsión de la información 
                    y manipulación de la verdad?. Las disposiciones de 
                    este arreglo básicamente eran obligatorias para todos 
                    los fotoreporteros involucrados, que inevitablemente se convirtieron 
                    en parte de una máquina de propaganda para su gobierno 
                    en lugar de ser agencias informativas de verdad. Uno tendría 
                    que preguntarse en qué estaban pensando cuando en lugar 
                    de discutir sobre si el uso de colores más tenues en 
                    una imagen viola el llamado "Código de Etica" 
                    -considerándolo una alteración del contenido 
                    de la imagen-, al mismo tiempo aceptaban gustosamente el encubrimiento 
                    de todo lo relativo al “fotoperiodismo incrustado”. 
                    Esto resulta ser incluso cómico si no fuera por la 
                    gravedad del asunto.
                   
                    Claro que es más fácil converitr a Schneider 
                    o a Walski en chivos expiatorios por haber utilizado sus habilidades 
                    para obtener una mejor imagen -sin que con ello distorsionaran 
                    la información esencial de las imágenes correspondientes-, 
                    que abordar la cuestión de los defectos fundamentales 
                    en la información que se presentan ante la comunidad 
                    internacional.
                   
                    Tanto los diarios en que laboran los diversos fotógrafos 
                    acusadores, como las organizaciones periodísticas y 
                    las editoriales buscan desviar la atención hacia el 
                    modus operandi de los fotógrafos como si ello fuera 
                    la causa de una pérdida de credibilidad; y esperan 
                    recuperarla poniendo un cinturón de castidad a la creatividad 
                    y al uso de las herramientas del siglo XXI, en lugar de poner 
                    atención a las verdaderas razones detrás de 
                    la pérdida de credibilidad ante el público. 
                    Se olvidan convenientemente de que SIEMPRE HAN MENTIDO UTILIZANDO 
                    LAS LLAMADAS FOTOGRAFÍAS DIRECTAS, ¿por qué 
                    se sorprenden ahora de los resultados?.
                   
                    ¿Qué era lo que estas mismas publicaciones decían 
                    al mundo sobre la guerra en Irak antes de que comenzara el 
                    bombardeo? ¿Acaso juzgaban sus afirmaciones escritas 
                    acerca de las “armas de destrucción masiva” 
                    con la misma dureza que ahora aplican a las técnicas 
                    de mejoramiento de la imagen fotográfica?
                   
                    Cuando los fotógrafos se convirtieron en “fotógrafos 
                    incrustados” cualquier sentido de “objetividad“ 
                    tenía que perderse por completo ¿Quién 
                    era el guardián de la integridad dentro de las organizaciones 
                    informativas en ese entonces? ¿Hubo alguien que fuera 
                    despedido por aceptar tales arreglos? ¿Hubo alguien 
                    que pusiera en duda que las fotografías tenían 
                    muy poco que ver con la “verdad” de todo lo que 
                    iba a ocurrir en Irak? Parece ser que sólo hasta 6 
                    meses después de la invasión a Irak, el público 
                    norteamericano descubrió que las imágenes de 
                    “recibimiento de héroes” fueron en su mayoría 
                    puestas en escena realizadas por los miltares. ¿Acaso 
                    alguno de los fotógrafos que obtuvieron estas imágenes 
                    mentirosas fueron despedidos? Creo que no. Aunque 
                    la máquina de propaganda funcionó por un tiempo, 
                    más que nada para el consumo interno de Estados Unidos, 
                    el resto del mundo obtenía -y sigue obteniendo-, regularmente 
                    mejor información.
                   
                    Hubiésemos pensado que todos los fotógrafos 
                    defenderían su derecho a utilizar las herramientas 
                    como mejor les pareciera, dejando el asunto de la veracidad 
                    y la integridad a su propio criterio. Un fotógrafo 
                    al que se le tenga que explicar lo que es o cual es la apariencia 
                    de la información engañosa, en primer lugar 
                    no debería tener una cámara. Como todos sabemos, 
                    no es necesario tener una computadora para crear una imagen 
                    engañosa, uno debería de tener en claro estos 
                    temas y cómo tratarlos en el momento en que la imagen 
                    es captada. 
                  El 
                    derribamiento de la estatua de Saddam Hussein en Bagdad es 
                    un muy buen ejemplo de cómo las fotografías 
                    directas pueden ser totalmente manipuladas sin el uso de una 
                    computadora (ver el debate 
                    que se dio en ZoneZero al respecto).  
                    En cualquier caso, veamos las fotografías que fueron 
                    denunciadas ante la AFCN como violatorias del “Código 
                    de Etica” y que supuestamente engañaron al público.
                  ALTERANDO 
                    EL SEGUNDO PLANO FOCAL
                  En 
                    primer lugar: 
                    Ninguna de las imágenes a las que les fueron retirados 
                    los premios tenían, en nuestra opinión, la menor 
                    posibilidad de ser malinterpretadas en su contenido. Lo que 
                    el fotógrafo capturó originalmente y las fotos 
                    que se entregaron finalmente resultaron ser para nosotros, 
                    idénticas, el cambio se dio sólo en el plano 
                    estético, y en esto coincidimos con el fotógrafo, 
                    para beneficio de las imágenes. Los cambios hechos 
                    por el Sr.Schneider no alteraron en modo alguno la información 
                    fundamental de las fotografías.
                  En 
                    segundo lugar, 
                    las variaciones de color denunciadas como alteraciones son 
                    tan triviales que uno podría tomarlas simplemente como 
                    diferencias en la calidad de impresión entre una publicación 
                    y otra. A tal exceso llegaron los jueces en su aplicacion 
                    rabiosa al tema de no usar alteracion digital en la imagen. 
                    ¿A dónde nos lleva todo esto ?
                  En 
                    Tercer lugar: 
                    El panel tuvo un grave error de jucio al confundir las mejoras 
                    estéticas con la desinformación en el contenido. 
                    Supongo que llegarán a sugerir que los periodistas 
                    que escriben se deshagan de los correctores de estilo, ya 
                    que éstos podrían a su vez distorsionar la información 
                    que necesite ser corregida. Posiblemente 
                    los Savonarolas de nuestros tiempos encuentren apropiado el 
                    que se demande a los que publiquen entrevistas que no repitan 
                    al pie de la letra lo dicho por el entrevistado, puesto que 
                    no se puede correr el riesgo de que el público no confíe 
                    en los periodistas. Así que ya no más de esta 
                    cuestión de la edición.
                   
                    En conclusión, yo diría que a quienes debemos 
                    poner frente a la hoguera de los "herejes" son a 
                    muchas de las organizaciones y asociaciones periodísticas 
                    que apoyan todos estos argumentos falsos y códigos 
                    de conducta tan mal entendidos, no a los fotógrafos. 
                    Ya es hora de entrar en acción y responder a tan absurdas 
                    demandas que sólo generan confusion. Queda claro que 
                    los fotoreporteros íntegros deben aceptar la responsabilidad 
                    de ser veraces con la información que proporcionan, 
                    pero esto no es ni más ni menos que lo que se le pide 
                    a cualquier periodista, ya sea que tome fotos o no.
                  NUEVO 
                    CÓDIGO DE ÉTICA
                  Por 
                    favor: Ya dejen de decirnos cómo es cómo es 
                    que supuestamente debe de ser creada una imagen; dejen de 
                    decirnos cual es el “color correcto”, cuando de 
                    hecho puede que sean daltónicos y las imágenes 
                    al estar impresas tengan variaciones que están muy 
                    por encima de los argumentos de lo que estan alegando en contra 
                    de las alteraciones. Dejen de decirnos cómo deben producirse 
                    las imágenes cuando ustedes les agregan pies de foto 
                    o las recortan a su antojo. Dejen de hablarnos de la veracidad 
                    en las imágenes, cuando ustedes utilizan esas mismas 
                    imágenes fuera de contexto para respaldar sus texto 
                    o encabezado armados arbitrariamente, y así satisfacer 
                    sus necesidades editoriales. Dejen de hablarnos de la verdad 
                    en el fotoreportaje cuando muchas veces lo que venden es propaganda 
                    disfrazada de información.
                   
                    Ya para terminar, dejen de manipular a los fotógrafos 
                    y a la fotografía para encubrir a una industria que 
                    ha tenido un desempeño lamentable. En verdad creo que 
                    los fotógrafos deben ser responsables de los resultados 
                    que obtienen; es cierto que esto debe definirse, pero no dicéndonos 
                    qué es lo que no podemos usar como si fuéramos 
                    niños de siete años, sino fijando objetivos 
                    y metas: La veracidad de la historia que se cuenta. Como escribió 
                    mi amigo Chip Simone: “los ‘electroperiodistas’ 
                    de hoy tienen una gama de oportunidades totalmente nuevas 
                    y por ende de responsabilidades”. La definición 
                    de una responsabilidad no se puede establecer a base de restringir 
                    las herramientas que pueden usarse, esta postura parece carecer 
                    de imaginación.
                  EL 
                    FOTÓGRAFO
                  La 
                    importancia del gesto de los dos bomberos en la foto mostrada 
                    es de lo que realmente trata la imagen, no de los segundo 
                    planos focales. Es inaceptable que un juez haya tomado en 
                    cuenta el fondo para descalificar la imagen por estar alterada; 
                    esto es no comprender la naturaleza de la captura de imágenes 
                    ni el significado de lo que Patrick Schneider realmente hizo. 
                    El no sólo estaba observando cuando tomó la 
                    imagen, sino que continuó observándola después; 
                    hecho que se le escapó por completo a la AFCN en su 
                    confusión acerca de lo que las nuevas herramientas 
                    del siglo aportan a la fotografía. A nuestro parecer, 
                    el Sr. Schneider utilizó toda su habilidad en la computadora 
                    para mejorar las imágenes y no para engañar 
                    a nadie..
                  Los 
                    únicos que de hecho trasgiversaron todo fueron aquellos 
                    que lo señalaron con sus dedos acusadores.