Estas visitas que nos hacemos,

vos desde la muerte, yo

cerca de ahí, es la infancia que pone

un dedo sobre el tiempo y dice

que desconocer la vida es un error.

Me pregunto por qué

al doblar una esquina cualquiera

encuentro tu candor sorprendido.

¿El horror es una música extrema?

Las penas llevan a tu calor

cantado en lo que soñaste,

las casas de humo donde vivía el fulgor.

De repente estás solo.

Huelo tu soledad de distancia

obediente a sus leyes de fierro.

El pensamiento insiste en traerte y devolverte

a lo que nunca fuiste.

Tu saliva está fría.

Pesás menos que mi deseo,

que la lengua apretada del aire.

 

 

 

Marcelo Ariel Gelman, secuestrado
y asesinado por la dictadura militar
en 1976. Fue estudiante del Colegio
Nacional de Buenos Aires.

  
 
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