Cuando era una niña, tenía una visión persistente de mi interior, una visión del mundo a través de las ventanas del ático. Yo podía ver el mundo allí abajo, apartada de algún modo y desconectada de la vida que veía. Entonces cuando fui un poquito más grande se me dijo que mi apellido "Fenster" significaba "ventana" y que nuestra familia tenía originalmente el apellido"Fenstermacher" o "hacedor de ventanas". Este paradigma de ver por una ventana (y mirando a través de mi como una ventana) trajo en mi vida más tarde y en mis presentes exploraciones artísticas la comparación con el uso de la cámara y de la computadora como tecnologías dobles de la ventana por la que me asomé cuando era niña. Y soy también la hacedora de ventanas en donde las imágenes que creo son las ventanas que otros pueden ver de mi mundo interior, además de percibir sus propias reflexiones dentro de ese mundo.

A diferencia de la mayoría de fotógrafos que acuden a la computadora después de crear su arte con la cámara, aprendí a utilizar la computadora como una herramienta gráfica. Varios años más tarde empecé las primeras correrías en crear imágenes en la computadora, utilicé fotografías de la familia que encontré, como punto de partida para lo que fianalmente sería un fotomontaje.

En 1992 empecé a fotografiar como un nuevo recurso para mis imágenes. Mis experimentaciones con la fotografía me han abierto un reino más vasto de posibilidades que no existían antes para mi, y reforzó el "hallazgo de mi propia voz" a través de la representación de "paisajes personales" llenos de simbolismos y emoción.

Siempre he percibido al cuadro que tomo con la cámara como el punto de partida para la historia que quiero relatar y no como la copia final. Quizás éste acercamiento a la fotografía ha sido "digital" desde el comienzo. Había comenzado a fotografiar brevemente cuando estaba en mis veinte años pero siempre encontraba que las imágenes no decían todo lo que quería expresar, considero que la combinación de las dos herramientas, cámara y computadora, hacen mi arte más completo.

Técnicamente trabajo con una computadora Macintosh y Adobe Photoshop. Las imágenes para "Las escondidillas," la serie que presento,las tomé con una cámara Olympus OM1, y fueron posteriormente digitalizadas con un scanner Epson 1200C de cama plana. Las impresiones en edición limitada de 34" x 47" fueron realizadas en una impresora Iris en papel Arches 356, por Urban Digital Color, en San Francisco.

Las escondidillas:
Una Excavación Arqueológica de la Memoria

"La historia que voy a relatar proviene de un lugar muy profundo de mi ser, un lugar que percibe todo lo que tengo irremediablemente perdido, y que quizás, es la ganancia que hay detrás de toda pérdida. Si las personas olvidan su pasado como una manera de sobrevivir, otras personas lo recuerdan por esa misma razón", en Agua y Espíritu de Malidoma Patrice Some

He olvidado y ahora recuerdo.

Este trabajo es el más reciente y su origen proviene desde mi propio ser, un género de identificación e intimidad.

En estas imágenes la figura del alma se acerca a mi ambiente simbólico solitario. La naturaleza ambigua de esta fígura varón/mujer, que en relación a sí mismo y a su circunstancia, es el principio de ambos: mi viaje y mi anhelo. Es la búsqueda de una identidad que no es disimulada ni oscurecida por la memoria ni por dejar de soñar, antes que por el sonámbulo viviente. Es un juego donde se sabe y se entiende que el juego es sólo para presuntos. Es una noche que termina en vigilia.

Mi punto de partida en cada pieza son fragmentos de la poesía de Vicente Huidobro, el poeta surrealista chileno. Utilizo el concepto poético surrealista de "recorte", como un modelo, creando asi un nuevo poema a partir de la selección de fragmentos de la obra de Huidobro.

Las imágenes de esta serie están numeradas y puestas en orden, creando un nuevo poema que es autobiográfico por naturaleza.