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o escogí no trabajar en un proyecto donde se esperaba que fuera la línea editorial de una revista, fotografiando una historia con una visión balanceada predeterminada por los editores que hasta incluyera una foto del alcalde !!. Este ha sido mi propio proyecto, aún cuando fuese vacilante, haciendo conexiones, dejandome ser sorprendido, divirtiendome y siguiendo la posibilidad de encuentros circunstanciales. Así que, cargado con los prejuicios del forastero ignorante hice varias incursiones dentro del calor de "Atlanta: casa del sueño americano". Estos eran viajes relacionados con otros proyectos Norteamericanos; así que, ¡¡ gracias Bill Gates y Conde Nast donde quiera que estén !!. Mi mayor problema al llegar fue encontrar la ciudad. Tuve ante mi la visión de una ciudad en decadencia a medida que recorría los cientos de kilómetros de autopistas, Sumergiendome y buceando entre los infinitos suburbios enmarcados por un verde mar. Me sentía un forastero en cualquier lugar, en la burbuja de cristal del centro Peachtree, en la amurallada riqueza del norte y en los menospreciados vecindarios del sur.

En el norte sentí que era visto como un intruso al caminar simplemente con mi cámara (nadie camina en esas calles y el pasar de las patrullas junto a mi lo suficientemente lento fueron suficiente para hacerme sentir incómodo y no bienvenido), mientras que en sur me sentí conspicuo y vulnerable siendo blanco y con abundante equipo. La historia de dos ciudades, se volvió cada vez más real. Los Blancos y Negros pueden aquí trabajar juntos, pero no viven juntos. El problema, para mi, como un forastero blanco tratando de trabajar en dos sociedades diferentes nunca fue completamente resuelto.

La naturaleza surreal de mi posición fue subrayada cuando tuve que pasar todo el dia trabajando en un proyecto con un grupo evangélico de ex presidiarios y adictos. Me uní en un recorrido nocturno por el centro de la ciudad en una patrulla con dos policias blancos. Piensen en mi cofusión (¡y en la de ellos!) cuando la primera llamada fue acerca de un disturbio en un barrio negro que terminó siendo un baile rap para "Convertirse a Dios" organizado en la calle por los amigos que hice al inicio del dia. Los ensayos fotográficos serían imposibles de producir sin la confianza y ayuda incondicional de los desconocidos. Siempre me sorprende que cuando me pregunto "¿ Por qué estoy aquí?, molesto y sintiendome fuera de lugar" alguien, una especie de ángel de la guardia, viene a ayudarme con un consejo que me lleva a destinos desconocidos.

Barry Lewis