REBICYCLING

Miles de bicicletas circulan por las calles de Tokio cada día. Es bastante curioso observar su desordenado comportamiento así como la existencia de un gran caos cuando estos vehículos se estacionan (muchos de ellos caen al piso y otros terminan siendo utilizados como basureros). Sin embargo, es todavía más sorprendente descubrir que muchas de estas bicicletas están abandonadas en la ciudad.

Existe un gran misterio alrededor de esto, ¿acaso algunas personas roban bicicletas para lograr llegar a sus casas después de haber perdido el último tren de la noche? ¿O las personas simplemente abandonan sus bicicletas en la calle porque van a adquirir una nueva? La verdad es que en medio de un movimiento continuo y orgánico, existen muchas bicicletas que terminan abruptamente con su acostumbrado transitar, y se quedan estacionadas durante semanas y meses en el mismo lugar.

La policía ocasionalmente toma algunos de estos vehículos abandonados y los amontonan en algún rincón, o los depositan en algún estacionamiento especial. Sin embargo, en Tokio existen miles de bicicletas que se convierten en basura cada día. Estos vehículos de transporte individual tienen una capacidad potencial para ser utilizados, y a pesar de esto, ellos han adquirido un estado de entropía, un estado de quietud caótica y total.

Distintos países del primer mundo como Japón, Francia y EUA, son países en los que la gente consume en exceso y tira a la basura lo que normalmente sería arreglado o reutilizado en países menos desarrollados. Y luego, en Japón existe lo absurdo de una ley que le prohibe a la gente adueñarse de las bicicletas abandonadas.

La vida orgánica posee un ritmo natural compuesto de dos polos. Por ejemplo, cuando nos vamos a dormir cada noche para descansar, pero luego al día siguiente nos paramos para estar activos de nuevo e ir a trabajar. Sin embargo, ¿qué sucedería si de pronto caemos en un estado de coma? Un drama evidente se produce cuando tenemos quietud y movimiento potenciales en un ser, pero uno de estos dos elementos para de funcionar.

El objetivo de esta instalación sonora presentada en la galería SURGE en Tokio en Noviembre de 2000, fue confrontar estos dos paradójicos estados (bicicletas quietas contra sonidos en movimiento), intentando exorcizar la entropía de estos seres agonizantes (las bicicletas) y dándoles una nueva energía potencial y posibilidad de supervivencia. También podríamos pensar que estas bicicletas están eternamente durmiendo, y que los sonidos de ruidos de bicicleta generados por una especie de máquina energética, serán tal vez capaces de despertar a estos seres durmientes.

Finalmente, quisiera comentar que cuando realizaba esta instalación en Tokio, la policía me sorprendió apropiándome de una de estas bicicletas abandonadas después de lo cuál me arrestaron y me llevaron a la estación. Allí me interrogaron durante una hora. Cuando el policia traductor me preguntó por qué había tomado esa bicicleta, yo le contesté que porque estaba tirada, abandonada, porque es basura, entonces el policía fue a ver la bicicleta para verificar lo que yo le decía y me contestó: "Ok, entiendo, pero esa bicicleta no es basura, es casi basura!"

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