En el "Mundo Invisible" se encuentran tres representaciones míticas: El "Maestro de escuela" de Magritte,
las esculturas de Mario Giacometti y el fundador y rey del corinto: Sísifo.

"El mundo invisible"
Xosé Luis Suárez
"La felicidad y el absurdo son dos hijos de la misma tierra"
Albert Camus
El mundo Invisible tiene como punto de partida la contradicción que puede existir en el hombre actual al generar a su alrededor por un lado la felicidad y el bienestar a través del progreso social, económico y cultural y por otro lado al programar su propia destrucción para alcanzar este progreso.

Esta destrucción que engendra el hombre provoca al mismo tiempo una agresión que tiene una reacción recíproca. El hombre ejerce esta agresión sobre la ciudad haciéndola crecer de una forma desmesurada y sobre la naturaleza espollándola al explotar de una forma incontrolada sus recursos. La propia ciudad y la naturaleza le devuelven esta agresión, a modo de venganza, originandole no pocos problemas.

Este trabajo desde el punto de vista fotográfico se circunscribe a un espacio muy determinado como es Galicia con todos sus problemas económicos derivados de la implantación de industrias nocivas para el medio ambiente, de un subdesarrollo agrícola que lleva al abandono del campo y genera la especulación urbana por la inmigración de su población a la ciudad y de una regresión del mundo de la pesca y de las consecuencias que esta originó en la industria naval.

La idea visual la desarrollé a partir de tres personajes que a mi modo de ver tienen muchos puntos en común y que caminan en la misma dirección planteándose las mismas preguntas.

En primer lugar el "Maestro de escuela" de Magritte que en su paseo por la ciudad se enfrenta a un mundo onírico desmesurado. Yo veo en él, el símbolo del hombre oprimido, carente de libertad, expulsado por un espacio creciente que puede llevarlo irremediablemente a su desaparición.

En segundo lugar las estatuas (¿autobiográficas?) de Mario Giacometti rodeadas de un espacio imaginario y caminando como autómatas inconscientes, enfrentandose totalmente solas a ese vacío que nosotros tenemos que llenar con nuestra imaginación. Vacío y personajes se disputan la presencia de este mundo imponiendo su tamaño, como queriendo afirmar su poder el uno frente al otro, pero siempre a la postre con una pequeña desventaja para el hombre, simbolizada por su fragilidad, que le puede llevar a quedar sumergido por ese entorno creciente que también él genera.

Por último el personaje de Sísifo, una vez más el hombre víctima de sí mismo, condenado a vivir el sufrimiento que él mismo buscó desafiando a los dioses.

La idea de repetición, de monotonía, de angustia, de aislamiento, de falta de relación social, de vuelta empezar sistemáticamente se encuentra en este trabajo y en estos tres personajes. Los tres, siempre solos, buscan algo queriendo encontrar una salida, una solución a su situación que cada vez se presenta más difícil y que va encerrandolos en esa "jaula" en la que se convirtió al mundo que ellos mismos crearon.

Al final de esta búsqueda, como decía Albert Camus al final de todo ese esfuerzo delimitado por ese espacio sin cielo y por el tiempo sin profundidad ¿se llegará a la meta?, o por el contrario el hombre volverá a empezar y hará como Sísifo, contemplará de nuevo precipitarse la piedra hacia ese mundo inferior desde donde tendrá que empezar a subir de nuevo.
Xosé Luis Suárez
Xosé Luis Suárez vive y trabaja en Vigo, España y se le puede localizar en:
xlsuarez@uscmail.usc.es