Se
me preguntó, como miembro de la lista Nacional de Fotógrafos
de Prensa, qué implicaba haber descubierto una fotografía
de hace dos años que acabó convirtiéndose en
"la foto de la semana".
Han corrido muchos rumores en la comunidad fotoperiodística
sobre la foto de portada de la revista Time que muestra a Mónica
Lewinsky con los labios rojos brillando y los ojos cerrados
en un gesto de anticipación al momento de ser abrazada
por el Presidente Clinton en un evento para recaudar fondos en octubre
de 1996.
Aquí, de manos del fotógrafo, está el recuento
exacto de lo que sucedió.
Tengo la teoría de que cada vez que el obturador atrapa un
encuadre, la imagen se registra, en un umbral muy bajo, en el cerebro
del fotógrafo. He escuchado esto una y otra vez en boca de
fotógrafos de todas partes del mundo. No importa si el fotógrafo
vio o no la imagen procesada. Estas fracciones de segundo, en las
que el espejo regresa a su posición, se registran como "pelusa
fotográfica" en la mente del fotógrafo.
Cuando en febrero de este año salieron las fotos de Mónica
Lewinsky, con boina, en el césped de la Casa Blanca, YO SABIA
que ya había visto aquel rostro con el Presidente. No tenía
idea de cuándo, ni de dónde.
Cuando tomo fotografías para la revista Time cubriendo la Casa
Blanca, cosa que hago cada tres meses (nadie podría hacerlo
más seguido), las fotos se van primero a la revista. Tienen
derechos de primera vez sobre las fotos. Una vez que han revisado
el paquete y que han seleccionado unas cuantas para la colección
fotográfica de TIMELIFE, el paquete pasa a mi agente,
GAMMALIAISON. Ellos hacen una segunda revista, y separan las
fotos seleccionadas. Finalmente, el paquete regresa a mí y
descansa en mi mesa de luz hasta que lo reviso una vez más
y luego envío todo a la Universidad de Texas donde se encuentran
mis archivos. Porque estoy ocupado, tan sólo llego a enviar
fotos a Texas más o menos cada 18 meses.
Cuando se desató la historia Lewinsky, muchas organizaciones
empezaron a revisar sus archivos sin encontrar nada. Yo contraté
a una investigadora quien comenzó a revisar las pilas de diapositivas
en la mesa de luz. Después de cuatro días y más
de 5 000 diapositivas, encontró UNA imagen, de un evento para
recaudar fondos en 1996. Para entonces, el lapso inicial en que se
revela un suceso de interés periodístico había
pasado. Le dije a TIME que habíamos encontrado una imagen,
y la envíe a Nueva York. Todos estuvimos de acuerdo en que
ésta era una imagen importante, pero la historia se había
alejado de nosotros. Así que todos estuvimos incubando la foto
durante seis meses. Cuando uno lo piensa, resulta increíble.
No sólo fue TIME, sino también GammaLiaison los
que guardaron un secreto durante seis meses.
Cuando
Mónica acudió a ofrecer su testimonio a los fiscales,
la historia se devolvió a la primera página. Fue aquí
que TIME y la agencia entraron en acción. La foto apareció
en la portada de TIME , y ahora circula en revistas y periódicos
por todo el mundo.
Así que, ¿cuál es la lección por aprender
de este episodio?
Hace unos meses escribí algo sobre David Rubinger donde hablaba
sobre lo importantes que son nuestros archivos. Yo basaría
el caso en este ejemplo.
Una de
las cosas que se volvió evidente es que, primero, los cables
noticiosos no pudieron encontrar esta foto, aún después
de haber sido colocada en sus archivos. Quizás eso se deba
a varios problemas. Número uno, han hecho recortes en su personal
de apoyo ¿quién va a revisar sus fotos? La verdad
es que después de unos meses las fotografías van a parar
a bodegas. Si los fotógrafos a izquierda y derecha de mí
en ese foro aquella noche estaban usando cámaras digitales
lo más probable es que hayan borrado sus archivos (¿Mónica
qué?). Una vez que TIME sacó la foto, las cadenas informativas
pudieron recurrir a su banco fílmico y encontrar la foto. Sin
embargo, no hemos visto nada de los otros fotógrafos que estuvieron
ahí, más que una foto de un fotógrafo amateur
que estaba entre la gente, imagen que apareció en la portada
de NEWSWEEK.
Haré
un poco de dinero con esta foto (una cifra ni siquiera cerca de la
que supone la mayoría de la gente), pero si no fuese dueño
de mis propias fotografías, y si no las revisara, la foto jamás
se habría dado a conocer.
Es por esto que es TAN importante ser dueño de tus fotografías.
El hecho es muy simple: ninguna organización tiene la "memoria
de la imagen" que tiene el fotógrafo que tomó la
foto. La gente que quiere "alquilar el trabajo" de los fotógrafos,
también disocia el mejor atributo de aquello que tienen que
vender.
Una última cosa
yo no estoy hablando sobre Mónica
versus el Presidente
sobre quién está mintiendo
y quién no
estoy hablando de los fotógrafos que
registran la historia, y que tienen una obligación de hacer
disponibles esas fotografías a las generaciones venideras.
Por favor visite la excelente página web sobre fotoperiodismo
de Dirk Halstead en http://digitaljournalist.org
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