El primero de mayo fue un día importante en la historia de Estados Unidos. Millones de trabajadores inmigrantes hispanos en su mayoria mexicanos unieron sus voces al grito de “Aquí estamos y no nos vamos, y si nos echan, regresamos.” Lo que los organizadores llamaron “un día sin inmigrantes” se convirtió en una ola de manifestaciones a nivel nacional y un llamado a la unidad latina. El fin de la marcha fue detener la iniciativa de ley HR4437 la cual fue aprovada por el Congreso de Estados Unidos el 16 de diciembre del 2005 y que declara que cualquier persona indocumentada en territorio americano será considerado como un criminal. En Los Angeles se reunieron lo que los medios norteamericanos describen como “cientos de miles” y la prensa mexicana como “dos millones”. La ambigüedad de la prensa americana en cuanto a los cifras es notable ya que revela una falta de compromiso con la noticia y una vez más nos demuestra lo poco confiable que son los reportes de los medios en general ( ya habíamos visto como los medios se acomodaron tan rápidamente a las manipulaciones de la Casa Blanca, para la invasion a Irak). También vale la pena anotar como una cadena de radio que supuestamente tiene un compromiso con la neutralidad de la informacion, la cadena NPR (National Public Radio), otorgó el mismo tiempo aire a la protesta de 40 Minutemen (grupo de caza ilegales en la frontera de Texas) que se declaraba en contra de las protestas masivas que se realizaron en todo el país acusando a los “ilegales” de ser una lacra para el bienestar de la sociedad norteamericana. Las marchas del primero de mayo sorprendieron no sólo por su dimensiones, sino por su carácter pacífico y respetuoso. Familias, en su mayoría de origen mexicano, pero también jóvenes guatemaltecos, salvadoreños, e incluso algunos de origen hindú, chino y coreano desfilaron por las principales ciudades de Estados Unidos. Nosotros le seguimos los pasos a la que se dieron cita en las principales arterias de Los Angeles, con pancartas que declaraban: “Sí se puede!”; “Somos Trabajadores, No Criminales”; “Legalización, No Explotación”, entre muchas otras consignas. La manifestación se dividió en dos: una por la mañana en la parte centro de Los Angeles en la que se reunieron los más radicales, aquellos que proponian un boicot nacional por parte de los latinos y sus co-nacionales en diferentes países para hacer notar el poder económico de las comunidades de habla hispana, y una huelga general en dónde ningún latino acudiría a trabajar ni a la escuela ese día, ni tampoco consumiria productos o servicios. A estos se les sumaron aquellos que sí trabajaron en alguna de las horas del dia, ya sea porque no querían lastimar los intereses de sus patrones, o porque sus compromisos familiares se los impedian, la segunda marcha dio inicio a las 16.00 hrs. en el parque McArthur y concluyo hasta ya entrada la noche. El tema de la migración en Estados Unidos está que arde. Los trabajadores de origen hispano han organizado marchas con magnitudes desconocidas en este país. Hasta ahora las protestas han sido pacíficas, con reclamos racionales, tales como: “Somos Americanos, solo queremos la oportunidad de trabajar y ganarnos la vida”. Esto es hasta ahora. El problema de la inmigración a Estados Unidos es complicado por muchos motivos, pero entre los más importantes se encuentra que la politica migratoria de Estados Unidos en las ultimas decadas se hacia de la vista gorda, por conveniencias economicas, a la existencia de toda la inmigracion ilegal. Pero ahora con el correr del tiempo las familias se componen de integrantes entre los cuales algunos cuentan con papeles de trabajo, otros son residentes y algunos otros ya son ciudadanos. De aprobarse la ley HR4437 y estas familias sean divididas y con tan poco que perder y tanto que ganar, el enojo que se generaría en un sector clave para la economia podría ocasionar graves problemas. El debate se centra en qué hacer con los 11 millones de trabajadores indocumentados que residen en territorio Americano. Hay quienes estiman que el otorgar amnistía como se propone por parte de los inmigrantes, generaría una dinámica en donde cualquier persona que así lo deseara, podría gozar de los derechos que otorga la ciudadanía americana, creando una sobrepoblación a futuro que el país no puede sustentar. Algunos ciudadanos americanos, aunque en su mayoría de origen extranjero, argumentan que otorgar amnistía sería injusto para aquellos que sí han obedecido las leyes y han en muchos casos invertido mucho dinero y tiempo para adquirir sus derechos. Hay otros que temen que los trabajadores mexicanos se queden con los trabajos, robándoles así de oportunidades (la ironia esta en que en este momento hay escases de mano de obra, por lo tanto, ese argumento es mas bien de índole política que real). Por otro lado están aquellos que llevan años viviendo, trabajando, haciéndose de familia y amigos en una tierra que ya consideran suya. En si el mensaje principal de la mayoria de los presentes,es el hecho de que los inmigrantes son ya innegablemente parte de “America”. La importancia de la marcha del primero de mayo radica en el cambio de actitud del trabajador inmigrante. Hasta ahora los inmigrantes han procurado la invisibilidad, pero al unirse en protesta reclaman ser vistos y tomados en cuenta. En los números está la fuerza. Por ello los manifestantes se mostraron seguros, contentos, unidos, risueños y confiados. Hasta ahora tanto los ciudadanos como las autoridades Americanas se habían podido hacer de la vista gorda, pero habiendo tantas personas que se han ya incorporadoa comunidades, es un problema que no se puede ignorar. La marcha del 1ro de mayo en Los Angeles se caracterizó por la solidaridad de algunos grupos para con los latinos. Muchos dueños de negocios y patrones, permitieron a sus trabajadores acudir a la marcha. Otros más cerraron sus negocios para así mostrar solidaridad. Incluso hubo quienes se unieron a la manifestación y con pancartas compartieron a la par junto con los millones de Mexicanos. Hubo grupos de seguidores de Martin Luther King, grupos de mujeres apoyando a la causa y grupos de estudiantes, entre otros. El mensaje de unidad y solidaridad fue de los más fuertes. Otro elemento de interés, es la ausencia de discusión sobre los estandartes y banderas con los que se hicieron presentes los manifestantes. Imágenes del Ché, del Sub-Comandante Marcos, de Zapata, de Frida Kahlo se mezclaban con símbolos comunistas, banderas de Israel, de Estados Unidos y de México todas ondulándose lado a lado sin aparente contradicción. Los medios de comunicación hicieron caso omiso de las referencias. Los vendedores vendian una bandera y otra (probablemente todas hechas en China) en los mismos puestos. La pregunta es, ¿los medios hicieron caso omiso de los símbolos porque estos carecen de significado para aquellos que los portan? O ¿los símbolos pierden su significado al ser homogenizados por los vendedores e ignorados por los medios? En general los símblos hablaban de insurrección ya sea por la causa campesina, la unión de los pueblos latinoamericanos, o los ideales comunistas. Sin embargo las razones para dicha insurrección se pierden y se quedan ciertas imágenes como huellas que hacen referencia a alguna revolución, de la cual ya nadie se acuerda. Los estandartes haciendo referencia a la obra de Guadalupe Posadas se paseaban junto aquellos que hacian referencia a películas Hollywoodenses de gran éxito comercial, los Salvadoreños se cubrian como si pertenecieran a la Intifada a unos metros de donde se veia volar una bandera de Israel, los mariachis con lentes oscuros hacian sonar la trompeta después de comerse un tamal o un hot dog, un hombre tatuado con la palabra Aztlan en el vientre posa junto a un enorme anuncio de los Lakers, mientras que una chica meneaba tanto su bandera del Ché Guevara como la de Estados Unidos canturreaba a coro junto con los demás “Somos trabajadores, no criminales”. Un fenómeno digno de mencionarse es el hecho de que por primera vez en un evento político de esta magnitud y naturaleza, los mismos participantes se encargaban de documentar el evento. La cantidad de manifestantes con cámaras de video y/o foto era notable. Aquellos con teléfonos celulares todavía más abundantes. La rapidez con que se puede publicar o compartir la información y los millones de personas con acceso a ella nunca habia sido mayor. Esto re-define totalemente el rol de los noticieros y periódicos y libera al público de su dependencia a fuentes externas para obtener información. Entonces, ¿qué sigue ahora? Una de las propuestas más pro-positivas de parte de la izquierda americana es que se otorgue amnistía aquellos que comprueben que llevan determinado tiempo viviendo y trabajando en Estados Unidos y no han realizado ningún otro acto ilegal y que se determine como mejor controlar la situación de los inmigrantes en el futuro. Una posible solución es que se creen tarjetas de identidad para todos los ciudadanos y residentes americanos y que estan deban ser presentadas para conseguir trabajo. Junto con esto se sugiere que se sancione tanto aquellos que otrogan trabajo a personas indocuemtadas como a aquellos que trabajan sin los papeles correspondientes. Esto ofrece una medida de control hacia el futuro pero no resuelve el problema de la inmigración en su origen, que es indudablemente, la falta de oportunidades y baja calidad de vida en muchos países tercermundistas. Otra idea interesante a considerar es aquello que menciona Andrew Leondard en su artículo “A Marshall Plan for Mexico” (Un Plan Marshall para México) publicado en salon.com, en el que nos recuerda que un país que goza de cierta prosperidad facilita las condiciones para que crezca el número de inmigrantes que salen de él. Esto se debe a que entre más prospero sea un país, más aptos son sus trabajadores y con mayor rapidez y facilidad reunen el dinero para emigrar a paises vecinos que ofrezcan mejores salarios y condiciones de vida. Además, la prosperidad de un país no opera de manera independiente, sino relativa a las economías vecinas. Por ejemplo, los salarios en México si han mejorado a partir de 1994, sin embargo, los salarios en Estados Unidos han crecido más rápido. Obviamente que si se lograra una equidad entre la prosperidad en México y en Estados Unidos, la migración sí se detendría. Esto parece difícil mas no imposible si consideramos que México se encuentra hoy en condiciones similares a las que estaba España o Portugal al unirse a la Unión Europea. Por supuesto que la noción de que Estados Unidos quiera expulsar a todos los trabajadores mexicanos es cuestionable, sobre todo si pensamos que la proporción de trabajadores jovenes a viejos es cada vez menor en la población de Estados Unidos. Incluso el ejercito Norteamericano cada vez esta conformado por un mayor número de soldados latinos, que es en si un porcentaje mayor que el que constituye esta comunidad a la población total. Parece ser que la idea de deportar a todos los trabajadores indocuementados resulta imposible tanto desde un punto de vista político como económico. Habrá que ver como los politicos manejan lo que parece ser la mejor solución para todos: otorgar amnistía total.
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