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Remezclando la realidad con los Narrative Media
(Medios Narrativos)

por Fran Ilich


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No es coincidencia que en The Matrix -por muy irreales que nos parezcan que sus efectos especiales e imágenes construidas en computadora- haya detalles (y no pocos) que nos hablen de nuestros tiempos y nuestra realidad. No es extraño que millones de personas se identifiquen con sus metáforas.

The Matrix, pese a ser una película de Hollywood, plantea un cuestionamiento de todo aquello que percibimos a través de nuestros sentidos (no sería equivocado describirla como el remix del Mito de la Caverna de Platón, por DJ Spooky o Alec Empire), y al mismo tiempo, nos conduce a leer los significados con más calma, a razonar y a leer el código que hay dentro de la jerga cyber.

Esto desde luego, nos lleva a hablar de “alfabetización digital" y “alfabetización de medios”, es decir, nuestra capacidad de leer y escribir en los distintos medios. Como sabemos, leer o escribir el código no es fácil y de ningún modo se subsumen en una sola actividad.

Cuando hablamos del lenguaje cinematográfico actual sabemos que hay millones de lectores, pero, en comparación, pocos que puedan escribir este lenguaje, es decir, realizar una obra audiovisual. También podemos mencionar que dicho lenguaje ha cambiado notablemente desde su nacimiento. Ya hace 60 años, Alexander Astruc reflexionaba acerca de la “cámara-bolígrafo” y del advenimiento de una nueva época en el cine, en la cual este medio sería tan flexible como una simple pluma para escribir. Según él, pronto no sólo veríamos películas ficticias de los géneros y tipos que se han convertido en esenciales para la cinematografía (especialmente para la industria de Hollywood), sino que podríamos hacer y ver cine-ensayos, cine documental, etc.

Astruc también esperaba ver en el futuro filmotecas a la manera de las bibliotecas públicas actuales, en donde cineastas de todo tipo -o quien lo deseara- podrían tomar prestados trabajos de distinta índole y en donde se podrían tomar citas para incluir en cine-ensayos. Sobra decir que estas citas no irían entre comillas ni se incluirían como notas al pie, como se hace tradicionalmente en un ensayo, sino que por el contrario serían como una especie de hipertexto primitivo donde la realidad o la creación serían retomadas por distintos autores. Esto, desde luego, en la actualidad resulta bastante complicado de llevar a cabo debido a las leyes de propiedad intelectual por las que se rige el mundo occidental.

Aquí sería interesante cuestionar hasta dónde las computadoras personales, portátiles o las de bolsillo, facilitan y promueven esta creatividad, además de brindar otra oportunidad para realizar aquel sueño de Astruc y que los cineastas de la “Nueva Ola”, el Cinéma Vérité y los cine-ensayistas lograron en cierta medida, pero que hasta ahora han seguido siendo géneros inacabados o marginales.

Como ocurría en la antigua Grecia, en la actualidad las narrativas dominantes ayudan en buena medida a formular y construir los códigos morales y de identidad de los pueblos, pero las promesas ofrecidas por la Internet no terminan de cumplirse por asuntos que involucran tanto a la "alfabetización digital" como a la "brecha digital", es decir, el acceso a la nueva tecnología. Hablar de modelos económicos que fomenten la narrativa en los medios quizá sea un poco utópico por el momento, pero no por eso una cuestión que deba evitarse (hay que recordar que si bien en muchos países la industria literaria es pequeña, las industrias televisiva, del cine y de la ficción pueden llegar a generar ingresos multimillonarios y tener públicos masivos).

Por esta razón parece primordial reflexionar y desarrollar los temas concernientes al realismo en los medios narrativos, tanto de modo teórico como práctico. Ciertos aspectos del método del Realismo literario que Flaubert desarrolló en el siglo XIX puede compararse con el dogma 95 articulado por Lars Von Trier, pero hablar de realidad en estas épocas en que ésta es interpretada por la industria de la comunicación, que es a su vez controlada por los gobiernos nacionales y las corporaciones transnacionales, nos lleva a reparar una probable alteración de la realidad, y ello nos hace retomar el Mito de La Caverna de Platón, The Matrix, y desde luego, la cuestión de cómo utilizar los medios -en el sentido más amplio del término- para desarrollar historias: desde puestas en escena y performances en espacios bajo cámaras de vigilancia, hasta narrativas interactivas utilizando dispositivos inalámbricos en los espacios urbanos.

Alain Robbe-Grillet cuestionó la forma del Realismo opinando que disponer de un narrador omnisciente, de una lectura psicológica de los personajes y de una descripción de sus pensamientos era poco realista. Por otro lado, Jean-Paul Sartre cuestionaba el lenguaje como lo que daba valor a una pieza narrativa, observando que una historia podía ser narrada a través de diversos medios. Narrar es narrar: ya sea oralmente, textualmente, digitalmente, audiovisualmente, sonoramente o gráficamente.

Fran Ilich
ilich@delete.tv


Este proyecto, dirigido por Fran Ilich y coordinado por Pedro Jiménez, forma parte de la programación del área narrative-media de zemos98_6 [www.zemos98.org], festival audiovisual que se celebra en Sevilla y El Viso del Alcor, la semana antes del taller: del 1 al 6 de marzo de 2004.