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Primera
parte
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Es necesario comenzar por definir la naturaleza de esta reseña para que usted pueda saber si aquí encontrará lo que está buscando. Existen ya muchas otras fuentes con información sobre esta cámara; hemos incluido algunas de ellas al final de esta reseña como ligas. Todas son muy buenas; sin embargo, no son el reporte de alguien que ha utilizado la cámara de manera práctica. Aquí no encontrará estudios comparativos o referencias de naturaleza técnica, para eso creemos que existen otras fuentes. Tampoco nos ocupamos de dar una lista de especificaciones porque son presentadas en los sitios a los que puede acceder gracias a las ligas que encontrará más abajo. Nuestro enfoque es totalmente subjetivo, muy parecido al que usted seguiría como fotógrafo. Exploramos las características de una cámara nueva dejándonos guiar por los mismos instintos que usted y al final trataremos de sacar algunas conclusiones. Cada vez que me quiero referir a esta nueva cámara digital de Canon, me olvido de su nombre, lo cual ya es significativo. Me parece que hubieran podido encontrarle un mejor nombre, o quizás, sólo sea que me estoy volviendo viejo. Sin embargo, sí logro recordar los nombres de otras cámaras, por lo que sospecho que el nombre es demasiado genérico para causar una impresión duradera. Dejaremos de lado, entonces, la referencia a la PowerShot y la denominaremos simplemente la G1. La Canon G1. Al igual que en otras reseñas, me referiré a otros modelos de cámaras, a sabiendas de que no representan todas las marcas que existen; son sólo las más populares y las que resulta que hemos adquirido. Empezaré con cosas triviales pero que no carecen de importancia. Me gustó la correa que viene con la cámara; es una de las mejores que se pueden conseguir en este rango de precio. La razón por la que me gusta es que es posible enredar la correa alrededor de la mano para sostener firmemente la cámara en la palma de la mano. El hecho de que la correa esté conectada a un sólo lado de la cámara permite mayor movimiento. La tapa del lente, que usualmente termina colgando en el aire, cabe en la palma de la mano junto con la cámara. La apariencia y la sensación que da la G1 son excelentes, su acabado y su peso parecen ser los correctos. No se tiene la impresión de estar tomando fotos con un juguete, como ocurría con la Epson 3000Z. Por otra parte, la cubierta de la conexión USB tiene un diseño particularmente malo. No puedo imaginar que resista el uso intensivo sin que se caiga eventualmente. |
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También las baterías son muy distintas a las usadas por otras cámaras en su mismo rango de precio. La Canon G1 no utiliza las baterías tradicionales AA NickCad, utiliza las baterías fabricadas por Canon que duran más tiempo antes de ser recargadas. Viene con un cargador incluido que da un servicio muy eficiente que permite realizar exigentes sesiones de trabajo sin que se agoten las baterías. Obviamente, siempre es recomendable tener baterías de repuesto, especialmente cuando se está de viaje y lejos del cargador. Una característica de la Canon G1 que encontré particularmente útil es que tiene espacio para tarjetas de memoria MicroDrive con una capacidad de memoria de hasta un gigabyte y, por tanto, pueden almacenar un número considerable de imágenes. Ni la CoolPix 990 de Nikon ni la Epson 3000Z tienen espacio para este tipo tarjetas de memoria. La principal diferencia con respecto a la Epson 3000Z y la CoolPix 990 es que el monitor LCD (monitor de cristal líquido) de la G1 tiene lo mejor de todos los mundos. Puede girar en cualquier ángulo y aún así dar la impresión de que se trata de una cámara tradicional. La 3000Z no incluye tal posibilidad y la Nikon CoolPix 990 exige que la cámara dé medio giro para hacer lo mismo, lo cual no está mal, pero lo deja a uno perdido tratando de averiguar cómo debe sostenerse la cámara. Es algo así como estar perdido en el espacio. Por experiencia, he encontrado que en días soleados es imposible usar el monitor LCD de la Nikon, algo que no me ha ocurrido con la G1 que trabaja bien bajo cualquier condición de luz. Lo encontré estupendo como visor. La lógica de todos los menús de la G1 me pareció extraordinariamente sencilla y clara, como la de los menús de la Epson 3000Z y en contraste con la de la CoolPix 990 que es probablemente la más retorcida de las tres. Aunque en la cuestión de los menús, la Epson tiene un mejor desempeño que la CoolPix 990, la Epson usa algunas extrañas convenciones no fotográficas, algo que la G1 ha resuelto de un mejor modo. Por ejemplo, cuando se coloca la velocidad ISO en la Epson, lo único que aparece son tres pequeñas flechas, por lo que nunca se sabe cuál es la velocidad real. Por el contrario, la G1 sí muestra referencias específicas que van desde 50 a 400 ASA, del mismo modo que la CoolPix 990. Supongo que la tradición como fabricantes de camaras, resulta evidente en muchos aspectos. Epson-Seiko son fabricantes de relojes. |
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Deténganse en este hecho: logré obtener mejores imágenes con la Canon G1 que con la Nikon D1 que cuesta diez veces más. Y no sólo eso, el archivo de la imagen es más grande: 7.5 megas contra 9 megas. No podía creer a mis propios ojos. Salí afuera a tomar estas imágenes de un rincón bastante sombreado de mi jardín y, como podrán ver, la saturación y separación del color es más fácil de observar en las imágenes ampliadas (para obtener una imagen más grande haga clic en las imágenes) con la Canon que en aquellas realizadas con el chip de la Nikon. Coloqué a ambas cámaras en modo automático para calibrar cuáles son sus preferencias preestablecidas. Sin embargo, llevamos la cámara G1 con nosotros cuando salimos a pasear ya entrada la tarde, y por tanto aumentamos la velocidad ISO a 400 ASA, y aunque las fotografías se veían muy bien en el monitor LCD, cuando las vimos después en el monitor de la computadora quedamos sorprendidos por el pobre desempeño de la cámara G1 en esas circunstancias. Se puede ver la cantidad de ruido generado por la cámara a esa velocidad. Ni la Epson 3000Z ni la Nikon CoolPix 990 tuvieron tan mal desempeño cuando las puse en 400 ASA. Cuando tomé estas fotografías en Navidad, también ajusté los controles del menú, aumentando el contraste y la saturación por un punto. A juzgar por los pobres resultados obtenidos, fue patente que el rango del sensor de la G1 no es realmente capaz de tratar con esas selecciones. Una lección que hay que aprender: no utilice una cámara que no haya puesto a prueba plenamente cuando salga a tomar fotografías de su familia, no tendrá una segunda oportunidad para repetir las tomas. Llegado a este punto, no me sentía comprometido con la cámara Canon G1, pensando que no podía competir con la Epson 3000Z, pero pruebas adicionales me demostraron que hay que ser cauteloso en esta materia. De seguro hay límites y funciones que mejoran de un modelo a otro, pero uno debe también de explorar todas las características que un modelo en particular tiene que ofrecer. Ciertamente fui recompensado por haber explorado qué otras cosas tenía que ofrecer esta cámara. |
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