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SIN IDENTIDAD |
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El pasado es otro país. Fotografías que parecían perfectamente aceptables cuando se publicaron por primera vez a menudo parecen absurdas o de risa loca a nuestro ojo contemporáneo. A veces las fotografías viejas sí llegan a durar más allá de su tiempo inmediato. Cuando son verdaderamente memorables las llamamos íconos, y se vuelven parte de nuestra memoria colectiva. Otras imágenes, menos universales pero no por ello menos intrigantes, pueden producirnos una sensación de asombro o admiración de cómo eran las cosas en ese entonces. La fotografía es muchas cosas para mucha gente. Es una de las formas de comunicación más seductoras disponibles al hombre. Hay un valor constante que deberíamos buscar promover y mantener, y es la capacidad de una fotografía de involucrar y entretener al espectador. Si una foto no hace que la gente quiera detenerse y mirar, entonces debe considerarse un fracaso. En esta
serie mensual, les presentaré una selección de imágenes
escogidas al azar que juntas apoyan un tema bien definido o más
abierto. La primera presentación se titula: "SIN IDENTIDAD".
Las imágenes están ligadas apenas por el hecho de que
en todas ellas, los rostros humanos están completa o parcialmente
escondidos a la vista. Colin Jacobson |