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Fantástico Mundo de Colin Jacobson

MOMENTOS DE LOCURA

MUSCULAR

La evolución ha dotado a los hombres (úpale, a las personas) de un rango extraordinario de habilidades fisiológicas. Los seres humanos son capaces de emplear enormes cantidades de energía en actividades bizarras sin que exista gran peligro de que el sistema truene.

Durante la mayor parte de nuestras vidas, llevamos acabo actividades muy predecibles con inconsciente regularidad. Nos levantamos de la cama, bebemos nuestro café, vaciamos nuestra vejiga o nuestros intestinos, corremos a alcanzar el tren o el camión, llegamos a tropezones al trabajo, almorzamos con prisa, regresamos cansados a casa, pateamos al gato, murmuramos algo a los niños, nos tragamos la cena, roncamos enfrente del televisor, caemos rendidos en la cama –y el ciclo continúa.

Pero de vez en cuando, entramos en esa zona de media luz, exigiendo lo inesperado de nuestras mentes y cuerpos. Semejantes momentos son sagrados para los seres visuales, y deben atesorarse. Éstos son los momentos en los que el fotógrafo inteligente se lleva la cámara al ojo, aguardando pacientemente el momento inevitable si bien impredecible cuando la forma humana abandona sus estructuras rutinarias y se entrega con eufórica intensidad a los placeres de la actividad muscular anormal.