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Muchos de los primeros ensayos de Parks para Life , como la historia de una pandilla de jóvenes de Harlem, llamada los “Midtowners” en 1948, fueron una revelación para la mayoría de los lectores de Life, predominantemente blancos y una prueba del poder de la cámara de Parks para formar la opinión publica.

Pero principalmente, Parks dejó su huella en imágenes memorables de sus ensayos como American Gothic, que se convirtieron en íconos. Sus retratos de Malcolm X (1963), Muhammed Ali (1970) y los exiliados Eldridge y Kathleen Cleaver (1970) evocaban los distintos estilos y fortalezas del liderazgo afro-americano y la turbulenta transición de la lucha de estos por los derechos civiles hasta la militancia radical.

Sin embargo, en Life, Parks también usó su cámara para fines más convencionales, menos politizados,  como el retrato de la dama de sociedad, Gloria Vanderbilt, quien se convirtió en su amiga;  de una parisina muy a la moda con un sombreo con velo dando fuertes bocanadas a un cigarrillo, y  de Ingrid Bergman y Roberto Rossellini al comienzo de su muy comentado romance.

En su tiempo libre, fotografiaba desnudos femeninos, experimentaba con la doble exposición de película de color y fotografiaba escenas pastorales al estilo Pictorialista de la foto artística de principios del siglo XX.

Muchas de sus mejores fotos aspiraban a ser metáforas, Parks relataba su propia vida como una cuento didáctico sobre la superación del racismo, la pobreza y la falta de una educación formal. Este fue el propósito que  persiguió en sus memorias y su novela, en ellos se mezclan el realismo del documental y la sensibilidad de la ficción.

La combinación de su apreciación de la belleza y de las duras texturas de las urbes, lo hacían un candidato natural para Life. Después de él mismo conseguir una entrevista con Wilson Hicks, el renombrado editor de fotografía de Life, se le encargaron dos importantes tareas: Una era un ensayo fotográfico sobre la guerra de las pandillas de Harlem y la otra era fotografiar las últimas colecciones de la moda de París.

Life encargaba a menudo a Parks tareas que hubieran sido imposibles de llevar a cabo para un fotógrafo blanco, tales como la cobertura del movimiento Musulmán negro y del Partido de las Panteras negras.

Pero Parks también disfrutaba el poder realizar los mejores retratos de Bárbara Sterisend, Samuel Beber, Aarón Copland, Alberto Giacometti y Alexander Calder. De 1949 a 1951 fue asignado a las oficinas de la revista en París, en donde fotografió desde el funeral del Mariscal Pétain, a todo tipo de escenas cotidianas. Durante su estadía en París frecuentaba al autor expatriado Richard Wright y escribió su primer concierto para piano, utilizando un sistema de escritura musical de su propia invención.

Mucha de las energía creativa de Parks durante las décadas del 80 y 90 fueron dedicadas a resumir su años de mayor producción con la cámara. En 1987, su primera exposición retrospectiva  fue organizada por al Biblioteca Pública de Nueva York y el Museo de Arte Ulrich de la universidad de Wichita State.

Su más reciente retrospectiva "Half Past Autumn: The Art of Gordon Parks," fue organizada en 1997 por el Corcoran Museum of Art de Washington, que después fue llevada a Nueva York y otras ciudades. Se le rindieron muchos honores, que incluyeron la Medalla Nacional de las Artes, que le fue concedida por el presidente Ronald Reagan en 1988. El hombre que no pudo terminar la preparatoria recibió más de 40 doctorados honoris causa de colegios y universidades de los Estados Unidos e Inglaterra.

“Soy una especie de ave rara”, Parks dijo en una entrevista al New York Times en 1997. “Supongo que mucho dependió de mi determinación de no ser detenido por la discriminación”. Nunca olvidó que una de sus maestras les dijo a sus alumnos que no desperdiciaran el dinero de sus padres en la universidad si de todos modos iban a terminar como sirvientas o porteros. Le dedicó uno de sus doctorados para demostrarle su error.

“Tuve una gran curiosidad y un gran deseo por lograr cosas” dijo “Lo único que olvidé fue que yo era negro, iba a pedir trabajo tratando de estar preparado para lo que se requería.

 

Andy Grundberg

©The New York Times
8 de marzo del 2006

 

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