Viena, 22 de julio, 1997

Le regalé a Omama una cámara con un visor muy grande. Siempre quise tener una así, me dijo. Cada vez que vengo a verla al asilo revelo sus rollos y los vemos juntas. Toma fotos de la vista desde su ventana, las flores, la televisión.

Hoy me dijo: Hace mucho que no me tomo una foto en el espejo.