La Cámara de Cine
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El ojo retiene momentáneamente la imagen que antecede a otra. El movimiento en el cine es una ilusión óptica que se consigue relacionando una secuencia de imágenes que se desplazan cronológicamente.

Para conseguir esta idea de movimiento se idearon algunos aparatos como el taumátropo, el fanaquistiscopio, el zootropo, el praxinoscopio, etc., que a pesar de sus complicados nombres, funcionaban a base de principios muy simples

Fanaquistiscopio de Plateau

Zootropo de Horner

El cine empieza a perfilarse con Le Prince, un francés con residencia en Londres quien, usando la película en rollo que fabricaba Eastman Kodak y una cámara de varios lentes, logra captar veinte imágenes por segundo.

Pero estas imágenes no pueden proyectarse, pues se carece, todavía, de un mecanismo adecuado para este fin.


Tomás Alva Edison construye en 1891 su quinetoscopio y con él los americanos tratan de adjudicarse la paternidad del cine.

Pero el quinetoscopio es un limitado aparato que, aun usando una banda de película perforada, sólo permite la observación individual de las imágenes que se desplazan ininterrumpidamente antes los ojos del espectador.

Tiene, no obstante, un atractivo novedoso, ya que dichas imágenes corren acompañadas de música fonográfica.

Para dar una idea correcta del movimiento continuo, es necesario que de una imagen a otra haya un pequeño alto.

Es decir, la imagen tiene que detenerse por una fracción de segundo, suficiente para que el ojo la retenga.

Sin esta característica no podrían funcionar ni la cámara cinematográfica ni el proyector.


Zoopraxinoscopio de Muybridge

Quinetoscopio de Edison

Los primeros en trabajar sobre un sistema de proyección que haría posible la observación correcta de las imágenes, fueron Demeny y Friese-Greene, en 1892-93.

El 13 de febrero de 1895, los hermanos Augusto y Luis Lumière, patentan en París una máquina extraordinaria con la cual culminan las búsquedas y realizaciones de muchos hombres. La máquina de los hermanos Lumière tiene la propiedad de ser, a la vez, cámara y proyector cinematográficos, sintetizando así, en una sola unidad, la cámara oscura y la "linterna mágica" del Padre Kircher.

Desde la obtención de la primera imagen fotográfica hasta llegar al cine, no ha estado sólo presente el ingenio de algunos individuos. Todo fue posible por la participación de muchísimos seres - la mayor parte anónimos - y el esfuerzo de los que, inclusive, pagaron con la vida su ansiedad experimental. Nunca sabremos a ciencia cierta, dónde se originó la primera cámara oscura ni a dónde llegaremos en el futuro con ella.

La historia que la hizo posible está matizada por los vapores emanados de antiquísimas probetas, la soledad de los calabozos y el fuego de las piras donde fueron quemados en vida inquietos hechiceros.

Ojalá que estas líneas aportan algo sobre su conocimiento y hagan que quienes se decidan a construir una, siguiendo los consejos de Adojuhr, reencuentren nuevamente al Unicornio.


Cámara de Lùmiere

 

 

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