Al
trabajar con mi amiga Coral, quien es bailarina, me atreví a
exponer el cuerpo femenino de una manera que normalmente me habría
confrontado demasiado.
He visto muy frecuentemente a mujeres fotografiadas sin respeto. Aún
así, la interpretación de Coral sobre el Burdel fue muy
natural y deshinibida, lo que me permitió extenderme más
allá de mis propias ideas preconcebidas de cómo la mujer
debía o no ser fotografiada.
|