Los
niños tomaron sus cámaras, revelaron y fijaron las fotos
en su casa, y volvieron al otro día con imágenes de la
escuela, la fábrica de ropa y un banano.
Inicialmente
teníamos pocas cámaras por lo que había que repartirlas.
Quién iba a utilizar qué cámara,quién
se iba a sentar en la silla de enfrente, sobre todo nos poníamos
de acuerdo.Cantábamos, platicábamos y nos hacíamos
millones de preguntas mientras trabajábamos.