Y en México lo que vive detrás de las máscaras es una enorme cantidad de miedo, odio y, por supuesto, deseo –entre el yo y el otro–. En México el deseo siempre se está contradiciendo a sí mismo y lo hace a todo nivel: de raza, clase, género, orientación sexual, religión.
La homogeneidad que presenta México al mundo exterior (y ante sí mismo a través de la cultura “oficial”), la de una nación uniformemente morena y católica, es en sí una máscara que esconde una serie de líneas divisorias extremadamente complejas.

Joseph Rodriguez


Joseph Rodriguez

Los indios odian y aman a los blancos; los blancos menosprecian y secretamente desean a los indios; los mestizos no se pueden reconciliar con estar a la mitad entre uno y otro y por ello les atraen y los repelen tanto los blancos como los indios; los hombres veneran y desprecian a las mujeres; los pobres idolatran a los ricos aun cuando sueñan con una segunda Revolución Mexicana que los derroque, y los ricos se forman una idea romántica de los pobres al tiempo que hacen todo lo que está a su alcance para mantenerlos en su lugar.
Y es así, entonces, como surgen las severas contradicciones sexuales de México.


 

 

 

 

 

Joseph Rodriguez