Todo está bien por acá mientras nos preparamos para celebrar los quince años de Danny (mi hijo mayor) este fin de semana.

Mi hijo está pasando por lo que la mayoría de los niños de su edad sienten – una necesidad de independencia, el cuestionamiento (reto) de la autoridad y los límites, etc.; y todo esto al mismo tiempo que todavía necesita amor, atención, y seguridad. La mayor parte del tiempo puedo lidiar con la parte desagradable que acompaña esta etapa crucial de su vida, ya que yo fui un niño difícil cuando estaba creciendo.

Danny tiene muchas cualidades que lo ayudarán a prosperar cuando madure y equilibre sus emociones con sabiduría y experiencia (ahorita esas cualidades son más ¡un fastidio¡). Es apasionado, creativo, con capacidad de concentración, decidido, y un paladín del perdedor. Me asombra la complejidad de su trabajo creativo propio. Dibuja mapas complicados, sistemas, e investiga para tener información detallada que le dé un sentido de realidad más profunda a cuando juega a ser distintas personas. Siempre ha estado fascinado con el transporte público y las computadoras. Aspira a convertirse ya sea en un excelente actor, en ejecutivo (CEO, Chief Executive Officer) de VOTRAN (Volusia County Transportation) o en chofer de camión (¡ y sabes que los choferes de camión ganan más que los maestros ¡ ).

Cuando yo tenía su edad, sabía que quería ser fotógrafo. También me las vi negras en la escuela, como mi hijo, aunque yo no era particularmente brillante. La mayor parte del tiempo me aburría. No fue sino hasta que empecé mis estudios formales de fotografía que de verdad disfruté el mundo de la academia. Hubo dos maestros en la prepa, un maestro del colegio comunitario y un profesor universitario, que marcaron mi vida. Me alentaron. Espero que mi hijo se tope con al menos un buen maestro que también lo aliente.

Entiendo cómo te sentías hace poco cuando tu hijo estuvo enfermo. Quisiera que hubiera una manera de podernos reservar para nosotros toda enfermedad, dolor y sufrimiento, en vez de que le suceda a nuestros hijos. A final de cuentas, todo contribuye a su salud y a la formación de su carácter. Qué mal que uno no pueda atravesar rápidamente los años más difíciles.

Mis hijos más chicos Billy (9) y Robby (6) todavía están en etapas bien bonitas de sus vidas, nada de dramas. Se desilusionan cuando no hay doble postre, o se tienen que ir a dormir, o el día siguiente es día de escuela. Robby todavía está chimuelo de los dos dientes de enfrente. Billy es sensible, Robby es un comediante (de verdad tiene un gran sentido del humor para un niño de cualquier edad).

Por favor disculpa tanto divagar, supongo que el cumpleaños de mi hijo me está haciendo reflexionar, ¡mientras uso tu ancho de banda!

Te adjunto también dos nuevas imágenes. Pierden mucho cuando se reducen, al menos en cuanto a detalle, pero conservan su espíritu. Encuentro que ahora toma más tiempo hacer una buena foto, y que las imágenes verdaderamente buenas no llegan tan seguido. Pero cuando llegan, y sí llegan, por lo general son muy fuertes.

Zonezero continúa sobresaliendo de entre el resto de la comunidad fotográfica en el Internet. Tienes un diseño sencillo, pero elegante, una interfase atractiva, y un GRAN contenido. Sigue así.