Miles de personas hacen fila para recibir las raciones de alimentos en la sede de las Naciones Unidas. Con un desempleo cercano al 70%, la mayoría no ha tenido trabajo por una década, y es imposible para la gente comprar alimentos aunque haya productos frescos en los mercados locales: Las Naciones Unidas recientemente han declarado una situación de emergencia en Rafah.