Un grupo de activistas internacionales intenta detener a los tanques del Ministerio de Defensa israelí en camino de demoler casas en la frontera entre Rafah y Egipto. La desproporcionada violencia utilizada en contra de activistas no violentos resultó en las muertes de Rachel Corey, de los Estados Unidos, y de Ton Hurndal, de la Gran Bretaña, quienes fueron asesinados en Rafah.