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En
el lugar donde alguna vez nadaron peces, ahora andan camellos. La costa
del mar Aral ha retrocedido casi 50 millas, dejando un cementerio de barcos
oxidados y náufragos esparcidos por lo que alguna vez fue la hermosa
bahía de la aldea de pescadores de Zhalanash, Kazakhastan.
Durante décadas Moscú se encargó de avenar ambos
tributarios principales del Aral, para irrigar los enormes campos de algodón
y arroz, encogiendo así el mar a la mitad de su tamaño anterior. |