Quizá
más que ninguna otra construcción, la revolución
digital propone la hibridez. En el mundo humano esto es el cyborg,
en el mundo del arte es la integración de lo real y lo artificial,
de la fotografía y la pintura. La artista australiana Tracey
Moffat se mueve con facilidad entre lo fotográfico y lo cinematográfico,
creando presentaciones visualmente intensas que llegan a lo teatral,
como manera de investigar, en cuestiones políticas los temas
del racismo y clasismo, y en el frente epistemológico, temas
de la narrativa fotográfica, formas visuales híbridas,
mensajes en clave y teatralidad. Tomadas en foros con telones de
fondo pintados y actores, su estilizada serie de fotografías
y películas remite a la historia del cine, a la historia
arte, a las fuentes literarias, al arte popular australiano y al
arte aborigen australiano.
Estas imágenes son de la obra Something More (algo más)
una serie de cuadros en nueve partes fotografiado en un escenario
pintado con colores vívidos, que fuerza al espectador a experimentar
la tensión y falta de resolución entre la transcripción
literal de la realidad y la reconstrucción estilizada del
mundo.
Aquí
hay un atajo de Night Cries (Gritos en
la noche): Una tragedia rural que de nueva cuenta contrasta el documental
naturalista con los medios y el teatro. En una aislada granja australiana,
una mujer aborigen de edad madura atiende a su agonizante madre
blanca. La historia alude a la política de asimilación
que forzó a los niños aborígenes a ser criados
por familias blancas.
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