20 de noviembre de 1993 Ya había estado antes en la sala de emergencia y sabían que no tenía cobertura médica. Cuando empecé a enfermarme no tenía seguro médico y con una "Condición prexistente" las compañías de seguros médicos no me aceptan. Mi madre tuvo que poner un depósito de $5000 dólares en efectivo para que me admitieran. Así como con el apoyo económico, el apoyo emocional que recibí de ellos fue igualmente espléndido. Siempre me he sentido culpable por la enorme cantidad de dinero que se han gastado en cuidarme, pero ellos siempre lo han hecho como si nada.
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