Esta
fuerte imagen fue hecha como un juego. Ella es la hija de Carmela,
tiene un ojo café y otro verde. La mano pertenece al arquitecto
Juan José Santibañez quien me presentó a las
mujeres. Desempeña un papel importante para ellas ya que
les ayudó a diseñar sus casas y las alentó
a fabricar adobes y a usar materiales locales.
Me
dijo: "Mira cómo cambia su rostro dependiendo del color
de sus ojos".
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