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Durante un viaje reciente que hice a Londres, me topé con un maravilloso cuadro de Turner en la Galería Nacional (National Gallery): "The Fighting Temeraire". Este cuadro en particular causó furor en su tiempo porque el pintor se tomó la libertad, por razones estéticas, de alterar el orden correcto en el que debieran ir los mástiles y la chimenea del remolque. Se nos dice que el detalle más revelador en la pintura del barco es un espacio vacío. Antes hubiera habido un asta para la bandera nacional asegurada a la parte superior de la tapa del bauprés; ahora está faltando. Cuando estaba en puerto, y llevaba 26 años en puerto, el "Temeraire" hubiera ondeado la bandera roja, blanca y azul de la confederación en el asta de proa. Desde el momento en que dejó de pertenecer a la Marina, el "Temeraire" ya no podía ondear la bandera. En el lugar donde una vez había ondeado la bandera de la confederación, ahora asciende el humo del remolque. Y es ahora que puede comprenderse en toda su dimensión lo conmovedor de las líneas que Turner adaptó de Campbell:

La bandera que un tiempo desafió la batalla y la brisa, Ya no es más dueña de él.





El ángulo en que se emite el humo del remolque es de una importancia crucial para comunicar esto. El humo debe ser arrojado de una chimenea lo suficientemente al frente y lo suficientemente alta para que se aprecie lo ardiente del humo al momento de salir de la chimenea, y que tenga la apariencia de estar aún acre mientras se desparrama hacia atrás por encima de la tapa del bauprés y entre los mástiles del "Temeraire". Para lograr este efecto, Turner ignora todos los diseños contemporáneos de los buques de vapor, y todas las observaciones que él mismo había hecho de estos buques, colocando la chimenea en la parte más delantera del remolque, enfrente de su mástil. El "error" que comete Turner al colocar la chimenea de su remolque delante del mástil es evidentemente deliberado. R.C. Leslie lo percibió como la " primera, fuerte, casi profética idea [de Turner] de humo, hollín, hierro y vapor, que se sitúa a la vanguardia en toda cuestión naval".





Para molestia de Turner, las posiciones de la chimenea y el mástil del remolque serían "corregidas" por J.T. Willmore en su grabado de 1845. Los argumentos esgrimidos sobre los supuestos "errores" de Turner acerca de la posición del mástil del remolque y la dirección de la puesta de sol se revivieron casi cuarenta años después de haber sido expuesta su pintura, y casi no han cesado.

En la versión terminada del grabado, Willmore "clarificó" muchos detalles que Turner deliberadamente había dejado indistintos. Treinta años después, R.C. Leslie le dijo a Ruskin que " en este grabado el aparejo del barco se había arreglado y que gracias a algún mecánico artista marino o alguien así, se había hecho intelegible , en sus rasgos generales, al grabador ...definitivamente el aparejo no aparece como lo pintó Turner. Además de que hay aparejo de sobra".

Willmore añadió el nido de un cuervo, cañoneras extras y, por buena medida, cables que salían de los escobenes del "Temeraire". En la pintura de Turner, no se ve ningún cable con el cual el remolque pudiera arrastrar al "Temeraire". Pero la alteración más atrevida de Willmore fue la de invertir la posición de la chimenea y el mástil del remolque. Parece que esta "corrección" fue hecha sin el conocimiento de Turner. Otros cambios muestran cómo se pierde la poesía de la pintura gracias a la determinación del grabador de definir detalles que Turner había escogido dejar indeterminados.





Lo que es tan sorprendente es ver que en el mundo digital de hoy aparezcan algunos de los mismos debates, y con el mismo sentido de protesta farisaica, suscitados por la que se considera ser la versión no alterada de una foto.





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