La ventana

Luego, en otro tono, añadió: “Por lo pronto, no quiero llegar a viejo al frente de ninguna parroquia. No quiero que me pase lo que al manso Antonio Isabel del Santísimo Sacramento del Altar Castañeda y Montero, quien informó al Obispo que en su parroquia estaba cayendo una lluvia de pájaros muertos. El investigador enviado por el Obispo lo encontró en la plaza del pueblo, jugando con los niños a bandidos y policías”.
Las damas expresaron su perplejidad.
- ¿Quién era?
- El párroco que me sucedió en Macondo – dijo el padre Ángel - . Tenía cien años.

La mala hora



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