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Día 1. Antecedentes. En esta ocasión, el editorial se apartará del formato habitual de nuestros editoriales, ya que será un diálogo que durará un mes y que seguirá la forma de un diario de viaje (es un diálogo porque pueden participar en los foros con sus comentarios, yo les responderé sobre la marcha). Mi comentario incluirá observaciones relacionadas no sólo con mis viajes, sino también con temas relacionados a la fotografía. Espero que quede clara la noción de que nos estamos enfrentando a una nueva estructura al estar usando Internet para publicar este trabajo y por hacerlo todo digitalmente desde el comienzo hasta el final. Internet ofrece la inmediatez del medio, que se contrapone a la forma en que históricamente se volvían accesibles estos diarios: solamente después de un largo periodo al término del cual las imágenes finalmente se imprimían en forma de libro. Intentaré también producir imágenes en video y, cuando sea posible, incluir audio en estas presentaciones. Frank Horvat, el estimado fotógrafo francés cuyo libro, "1999: Un reporte diario", reseñamos en el Magazine de ZoneZero, pasó un año preparando su trabajo, y luego otro periodo de por lo menos seis meses produciendo el volumen. Además, sus fotografías fueron producidas de manera tradicional con película y después digitalizadas para ser llevadas a imprenta. Nuestro proceder, por otra parte, es desde un comienzo totalmente digital. Tomamos las fotografías con una cámara digital, la cual nos ofrece el beneficio de poder editarlas y publicarlas mientras viajamos. Quiero dejar en claro desde un principio que nada de lo que afirmamos tiene un sentido competitivo, sino más bien se trata de una exploración genuina de las herramientas y los resultados en tanto que permitan conducir esos esfuerzos hacia nuevas direcciones. El resultado final no es encontrar cuál de las dos soluciones es mejor, ya que lo que es "mejor" siempre depende del carácter subjetivo de lo que se quiere alcanzar, sino reconocer y descubrir cuáles son las opciones. Nuestro diario tendrá la duración de un solo mes; mientras que Frank Horvat realizó su estupendo ensayo a lo largo de todo un año, dedicando la mayor parte de su tiempo a esta labor. Nuestras posibilidades para llevar un diario así, son mucho más limitadas debido a que tenemos muchos otros compromisos como conferencias, talleres, reuniones familiares, etc. Sin embargo, creemos que explorar estas cuestiones por el periodo de un mes nos permitirá establecer un sentido de dirección y resultados prácticos que pueden ser evaluados posteriormente por ustedes los lectores. Esperamos que realmente participen en este proceso, porque esto marca de entrada una gran diferencia con relación a lo que puede lograrse por medio de la página impresa en cualquier medio de impresión. Evidentemente,
en ZoneZero tenemos otros diarios de este tipo, en particular el excelente
trabajo realizado por Joe Rodríguez y Rubén Martínez,
sobre "Los nuevos americanos"; sin embargo, ese cuerpo de
trabajo fue el resultado de una forma de exploración totalmente
distinta. En ese caso, los dos autores descubrían los temas al
ir viajando por los Estados Unidos. Ese diario tenía un propósito
distinto: mostrar ciertos temas con ramificaciones políticas,
sociales e históricas. Desgraciadamente, Joe Rodríguez
cayó enfermo, poniendo fin a un prometedor proceso, especialmente
porque era la primera vez que se enfrentaba al uso de la cámara
digital y a enviar sus reportes diarios. La cámara que usó
era la mejor en aquel entonces, pero las cosas han cambiado tan rápido
que hoy nos parece increíblemente modesta comparada con las ofertas
actuales. La tarea de enviarnos las imágenes se complicaba además
por un proceso con el que estaban poco familiarizados en aquel entonces
y que de entrada no era fácil. Compárese esto con un reporte
de Kodak que leí recientemente en donde se dice que la nueva
cámara DCS 720x, que saldrá al mercado en el transcurso
del año, incluirá la posibilidad de transmitir imágenes
por correo electrónico a través de teléfonos celulares
habilitados para la red. Difícilmente puede haber algo más
directo. Muchas cosas están cambiando.
"Voltee a la derecha". ¡En efecto! Manuel Rocha se fijó bien, pero no miró a su derecha y un autobús lo arrolló casi matándolo en el proceso. Esto ocurrió hace ocho años, él acababa de llegar a Londres para mi boda. ¿Cómo no pensar en ello cada vez que cruzo una calle en esta ciudad? En aquel entonces John Major estaba en el poder, y los cruces peatonales adquirieron una connotación adicional, ya que era el líder de los conservadores en Inglaterra (Voltee a la derecha, ¿entienden?). Entonces, me pregunto: ¿y qué hay de aquellos que no leen el inglés, o que son disléxicos o simplemente que están ciegos? Si se cruzan suficientes calles con la indicación de que volteemos en una esquina a la derecha y en la siguiente intersección a la izquierda, y así sucesivamente, calle tras calle, uno puede terminar, como me sucedió a mí, en un estado tal de confusión, que lo que realmente quise hacer fue dirigirme al café más cercano y simplemente sentarme y no moverme. La mejor
historia sobre esto fue cuando leí hace unos años que
Inglaterra había finalmente decidido cambiar su hábito
de conducir del lado izquierdo al lado derecho de la calle, como en
el resto de Europa. El debate sobre cómo y cuándo implementar
los cambios tomó forma y surgieron todo tipo de ideas absurdas.
La mejor de ellas fue que, en una determinada semana, primero cambiarían
los automóviles de pasajeros, seguidos unos pocos días
después por los camiones. Solamente un burócrata podría
haber pensado una solución tan iluminada.
"Cambio de horario". Cuando
uno llega de las Américas, inevitablemente resiente el cambio
de horario al llegar a las costas europeas. Para todos aquellos que
son escépticos sobre la posibilidad de que las cámaras
digitales manejen correctamente los matices de luz, aquí hay
una buena prueba que demuestra que esas preocupaciones no tienen fundamento.
Me estoy quedando dormido a las horas incorrectas.
"Puesta de sol". Eran las siete y media de la noche, y el sol estaba comenzando a ponerse. Este es el patio trasero como se ve desde el lugar donde nos estamos quedando. La luz del norte y la avanzada hora del día en que el sol se pone, es una experiencia muy intensa cuando uno ha vivido la mayor parte de su vida en una latitud diferente del mapa mundial. Le enseñé a mi esposa Trisha esta fotografía directa de los últimos rayos del día. La miró y me preguntó cómo la había hecho en Photoshop. Lo que me sorprendió en ese momento fue la manera en que ella había, de algún modo, dado por hecho que la había realizado con el auxilio de una computadora (y, por supuesto, estaba en lo cierto en cuanto a que sí se hubiera podido hacer de ese modo) y menospreciando, por tanto, mi experiencia personal con esa luz, como si la fotografía misma hubiera sido degradada por esa suposición. En ese momento, comprendí que nos queda un largo camino por recorrer para tratar eficazmente todas las cuestiones conceptuales que giran en torno a los méritos reales de la representación digital.
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