"Un diario en curso."
Dia 11
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El día comienza muy temprano. Recuperé mi sombrero; todos me dicen que están sorpendidos de que lo haya podido recuperar ya que el sistema ferroviario de Inglaterra es, según me dicen, muy poco eficiente. Sin embargo, mi experiencia fue muy distinta. Todos los trenes que tomé salieron a tiempo y los viajes transcurrieron sin ningún percance, tal como uno hubiera esperado.
Birmingham está pasando por una gran renovación. Parece como si todas las regiones que visité en Inglaterra quisieran ingresar al futuro montadas en las nuevas tecnologías. Tengo mis dudas sobre estas estrategias, no porque no crea en los beneficios que puedan traer las nuevas tecnologías, sino porque esas mismas ideas se están aplicando en todo el mundo de manera paralela. Es obvio que estas transformaciones no son sustentables para proveer a todos con el crecimiento que tiene previsto. Para cada malestar económico, la respuesta parece ser las nuevas tecnologías. Estoy seguro que habrá mucha gente desilusionada en el algún momento futuro. El proyecto aquí en Birmingham, el de Rhubarb-Rhubarb, consiste en revisar portafolios con la finalidad de aconsejar y encontrar oportunidades para los fotógrafos. Encontré algunos trabajos muy interesantes para mostrar en México y en ZoneZero a través de internet. Hay que entrevistar a una nueva persona cada 20 minutos. El horario es emocionante pero agotador a la vez. A veces, los 20 minutos son más que suficientes cuando el trabajo no es muy bueno, pero cuando el trabajo es interesante termina siendo injusto para el fotógrafo. Sin embargo, no hay mucho que se pueda hacer para ello, ya que hay que darle tiempo a todos.
En la tarde nos invitaron al Museo y Galería de Arte de Birmingham. Cary Welling, presidente de Seeing The Light, Paul Spoone, director de la Agencia de Desarrollo Económico en el Consejo de la Ciudad de Birmingham y Debra Klomp, directora de fotografía y artes digitales en West Midlands Arts, nos dieron la bienvenida.
Observo un cuadro de unos pingüinos colgado en alto sobre la rotonda en donde se están pronunciando los discursos. Me recuerda una fotografía digital que mi hijo Julio tomó cuando tenía tres años y medio y estabamos visitando el Museo de Ciencias Naturales en Nueva York.
Me he dado cuenta que en realidad no tengo el tiempo suficiente para hacer todo lo que se necesita para llevar un diario. Sólo estoy tomando fotografías sobre la marcha, dejando para más adelante en la semana el sintetizarlo todo. No se trata sólo de escribir, sino también de trabajar las imágenes. Las fotos se tienen que editar o se tienen que unir en el caso de imágenes panorámicas. Tengo que revisar cientos de imágenes cada día. También las tengo que comprimir para enviarlas de regreso a México en donde las montaran en formato HTML. En el caso de los videos, la compresión debe ser aún mayor. Es una tarea que lleva mucho tiempo y que no es tan difícil, pero si laboriosa.
Pedro
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