"Un diario en curso."
Día 22
|
Este día 22 en realidad cubre los cinco días que pasamos en nuestra casa en la Ciudad de México, tiempo suficiente para hacernos de ropa limpia para la última etapa de nuestro viaje, revisar el correo pendiente, y partir en esta ocasión a Nueva York. Tuvimos que regresar a la Ciudad de México, en lugar de volar directamente desde Londres, porque la línea aérea (United) cobra demasiado por cualquier modificación al boleto (la necesidad de viajar a Nueva York surgió después de haber comprado los boletos),de modo que resultó más barato regresar a México y después volar a la ciudad de Nueva York, que tomar la ruta directa de Londres a Nueva York.
Acabo de sumar el número de fotografías que tomé en esta primera parte del viaje. Fueron 2673 en total. Por lo que, si dividimos esa cantidad por 36 (el número de imágenes que tiene un rollo de película) obtenemos un poco más de 72 rollos que no tuve que comprar. Si además se considera lo que cuesta procesar la película para obtener copias, o tan sólo hojas de contacto, y todos los demás costos involucrados, fácilmente se concluye que el precio de una cámara digital se desquita con el primer viaje realizado, y de ahí en adelante la cámara es gratis. Ya no hay más gastos, además de que en cuanto salga el nuevo modelo, algo que comprensiblemente nos deja molestos por la velocidad de la obsolescencia, uno puede pensar que la cámara ya quedó pagada y se está listo para cambiarla por una nueva si hay buenas razones técnicas para hacerlo. Encuentro que los que están contemplando la compra de una cámara digital pasan por alto gran parte del tiempo esta realidad tan obvia. Supongo, claro está, que ya tienen una computadora, y en cuanto a las impresoras con lo que cuestan actualmente, su precio se ha vuelto casi irrelevante considerándolo todo. Ahora ya no se tiene que imprimir necesariamente las imágenes. Aquellos de ustedes que han visto las fotografías que he tomado hasta el momento en mi viaje tuvieron un costo de distribución igual a cero. ¿De qué se pueden quejar?. Tengo que decirles que tengo unos de los pies más planos caminando sobre este planeta. Creo que ni un pato tendría las patas tan planas y vaya que tienen patas bastante planas. Resulta ser que los zapatos que compré en Londres recuerden que escribí sobre ellos anteriormente (los zapatos Clark hechos en Vietnam) bueno, aparentemente no tenían suficiente apoyo en el arco, lo cual provocó la pero calse de dolor en los tendones de mi talón de Aquiles, a tal grado que he tenido grandes dificultades en caminar, incluso distancias cortas. Me dieron algo de terapia muy de prisa porque necesitaba estar en mucho mejor forma para las largas caminatas que me esperan los próximos días en MacWorld, y evidentemente unos zapatos diferentes. Pedro
Meyer
Comparta sus comentarios sobre este tema en los foros de ZoneZero |