© Pedro Meyer 2001

Regresé al lugar en donde hace casi 60 años, más o menos a la edad que ahora tiene Julio, caminaba por esa misma calle con mi madre cuando descubrí con horror que estaba tomado de la mano de una persona desconocida y no de la mano de mi madre, como yo creía. Todo debió suceder en menos de un minuto, pero para mí fue una eternidad. Sentí que había perdido a mi madre entre la multitud (una multitud considerablemente más grande que la que se ve en esta foto de la entrada de la Estación Central de Nueva York en una tranquilo sábado por la mañana) con tal intensidad que hasta el día de hoy puedo recordar la experiencia de ese momento en su totalidad.

© Pedro Meyer 2001

Tenemos graves problemas con la conexión de Internet entre Nueva York y la ciudad de México. Antes que nada, todas las conexiones aquí en Nueva York han sido pésimas, lo que de alguna manera es irónico dada la creencia popular de que en los Estados Unidos uno puede encontrar conexiones mucho mejores comparadas con las que hay en la ciudad de México. Este no ha sido el caso. Después, nuestro proveedor de servicios de Internet donde tenemos nuestro servidor que está en California, decidió mejorar nuestros servicios de correo electrónico sin notificarnos, poniendo en el proceso a todos nuestras cuentas fuera de servicio. De modo que no sólo hemos tenido conexiones malas, sino que además nuestras conexiones de correo electrónico quedaron fuera de servicio por varios días.